Tobar tuvo un gran arbitraje
La labor no era fácil y no destiñó. Roberto Tobar tuvo un arbitraje sin polémicas y absolutamente correcto en el Boca-River.
A diferencia de lo que se esperaba, el juez chileno se encontró con un duelo de poca pierna fuerte, de escasos encontrones y de bastante juego entre los dos archirrivales del fútbol argentino. Y cuando le tocó tomar decisiones por los roces, siempre aplicó el “siga, siga”.
La primera y única gran trifulca se produjo a los 24’, cuando una retención de balón de Milton Casco provocó un duro encontronazo entre varios jugadores, que incluyó pechazos, empujones y manotazos. Pese a la caliente escaramuza, Tobar no mostró ninguna amarilla.
En el complemento, apenas iniciado, Tobar amonestó a Ramón Ábila, quien, tras caer en el área, exigió airadamente el VAR, lo que le costó la amarilla y la recriminación verbal, donde, incluso, el chileno mandó a callar al delantero.
A los 75’, le perdonó la vida a Rafael Santos Borré, quien, tras ser amonestado, le propinó un duro insulto, que se apreció claramente en la televisión y que perfectamente pudo haberle costado la segunda amarilla. Sin embargo, el juez nacional no quiso complicarse.
La primera final de América tuvo un arbitraje brillante de Roberto Tobar, nadie podrá decir lo contrario.