Cosas que han hecho de Victoria’s Secret un estamento del pasado
1.
Cero diversidad: sí, hay modelos asiáticas. Sí, hay modelos negras. Sí, metieron a Winnie Harlow. Pero todas tienen las mismas medidas. De hecho, Ashley Graham, la modelo de talla grande más importante del mundo, boicoteó y protestó por no incluir modelos plus size haciendo sus propias alas en Instagram (las había modelado para otra marca). Robyn Lawley, otra modelo de talla grande, también llamó a la marca a incluir más tallas con el hashtag “We are all angels”.
2.
Negarse a incluir otros tipos de mujer: VS no les hizo ni caso a las modelos de talla grande. Pero la marca parece empecinada en clavarse el puñal. Ed Razek, director de marketing de la misma, dijo a Vogue que no querían contar con una modelo transgénero en el show porque “su espectáculo era una fantasía”. El mundo de la moda reaccionó y se creó un movimiento llamado #Time4RESPECT (también usado para protestar contra la depredación sexual en el mundo del modelaje). Modell Alliance ha sido su impulsora y es una clara protesta ante las políticas de la marca. 3. Apropiación cultural: alguna vez Karlie Kloss salió con un penacho de nativo americano y en otro desfile, los “ángeles” salieron como geishas, mostrando que años de tradición y civilización podrían ser adaptados a cánones sexualizados, fantasiosos y poco respetuosos.
4.
Modelos inalcanzables: lLos “ángeles” son una fantasía que cada vez menos mujeres están dispuestas a comprar. Modelos que desfilan semanas luego de dar a luz, rutinas perfectas, cuerpos tonificados con las que muchas ya no se identifican. Eso quedó claro con el boicot a la campaña de 2014 “The perfect body”, donde varias personas mostraron la misma campaña pero con diversas tallas.
5.
Demandas no satisfechas: no todo es push up. Los competidores están ofreciendo productos para nicho, desde el yoga hasta la maternidad o encaje y realce sin necesidad de acudir al mismo tipo de lencería.