Multas de hasta $976 mil por no respetar feriados
Las fiestas de fin de año están a la vuelta de la esquina y junto con las compras, los gastos y el estrés, estas fechas significan también un pequeño descanso para muchos trabajadores, ya que pueden gozar de los feriados irrenunciables del 25 de diciembre y 1 de enero.
Además, de acuerdo con la normativa, el empleador podrá extender la jornada ordinaria de los dependientes de comercio distribuida dentro de los últimos quince días previos a estas festividades. En este caso las horas que excedan el máximo de 45 horas o la jornada convenida, si fuere menor se pagarán como extraordinarias. Asimismo, quienes no cumplan se arriesgan a cuantiosas sanciones.
Según informaron las autoridades, los trabajadores en ningún caso trabajarán más allá de las 23 horas, durante los nueve días en los que se extienda la jornada ordinaria. Asimismo, bajo ninguna circunstancia, lo harán más allá de las 20 horas del día inmediatamente anterior a dicha festividad, como, además, el día inmediatamente anterior al 1 de enero de cada año. Esto porque comienzan a regir los feriados obligatorios e irrenunciables.
De no respetarse la norma, los empleadores se arriesgan a sanciones que alcanzan 5 UTM ($241.765) por cada trabajador afectado y en el caso que el empleador ten- ga contratado 50 o más trabajadores aumenta a 10 UTM
($483.530) y cuando tuviese
200 o más la multa alcanzará a 20 UTM ($967.060).
Que los días 25 de diciembre y 1 de enero sean irrenunciables, significa que el comercio debe cerrar desde las 20:00 horas del lunes
24 de diciembre y hasta las
06:00 horas del miércoles
26 de diciembre, y entre las
20:00 horas del lunes 31 de diciembre y hasta las 06:00 horas del miércoles 2 de enero de 2019.
De todas maneras, el director del Trabajo, Mauricio Peñaloza, subrayó que en los últimos años la conducta de los empleadores ha sido positiva, bajando entre 2016 y 2017 de 33 a siete las empresas multadas. Chile e internet tienen un vínculo íntimo. Tanto así, que el país está entre el top ten mundial de penetración, y luce el primer lugar en Latinoamérica. Sin embargo, un estudio de País Digital revelado ayer da cuenta de que esa panacea de la conectividad está lejos de ser homogénea, y las brechas son tales que se sufren incluso dentro de Santiago.
“Brecha en el uso de internet”, es una investigación que usó los datos de la Casen 2017. Allí, se vieron diferencias notables, como, por ejemplo, que dentro de la capital hay comunas con diferencia de hasta un 30% de conexión en la población, y que, si bien se podría pensar que las zonas extremas de Chile son las más afectadas, es la población rural, los sectores de bajos ingresos y zonas puntuales como Ñuble, las que son más castigadas.
El estudio da cuenta de que en Chile un 72,7% de la población declara conectarse a internet, sin embargo, esa realidad favorece mucho más a las zonas urbanas (76,1%) que a las rurales (49,6%). Y a eso se suma que el decil de ingresos más alto ( 94,9%), tiene una ventaja comparativa abismal con el primer decil, donde ni siquiera la mitad de sus integrantes se conecta a internet (49,6%).
“La brecha digital es un fenómeno social complejo que refleja desigualdades sociales, económicas y culturales más amplias y muestra la separa- ción que existe entre personas que utilizan las tecnologías de la información y comunicación como parte de la rutina de su vida diaria y aquellos que no tienen acceso”, dice Juan Luis Núñez, gerente general de Fundación País Digital.