Cómo viven el éxito las caras nuevas de “Pacto de sangre”
Rodrigo Walker y las tres Antonia (Giesen, Bosman y Aldea) hablan de cómo viven las buenas críticas que tiene la ficción en la que dan sus pasos más firmes en televisión
El cambio del modelo clásico de las áreas dramáticas de los canales y la nueva manera de hacer teleseries, ha generado una ola de despidos y que clásicos actores deban abandonar estaciones donde habían estado casi toda su carrera. Ya no existen los largos contratos para todos los actores, quienes deben trabajar por proyectos. Una medida que puede golpear duro a los profesionales con más años en el rubro, pero que los más novatos toman como una oportunidad para diversificar su trabajo.
Así lo analizan los rostros jóvenes de la exitosa ficción de Canal 13, “Pacto de sangre”, Antonia Giesen (Karina), Antonia Bosman (Daniela), Rodrigo Walker (Ignacio) y Antonia Aldea (Dominga), quienes, de entrada, dejan en claro que no se sienten parte de una nueva camada de actores en la televisión nacional. “Hay tanto actor y tanta cosa que hacer”, dice Walker, que no siente que sea el único espacio donde se puedan desarrollar. Lo mismo cree Giesen, quien complementa que esto de trabajar por proyectos le da más “libertad y capacidad de movimiento”.
“La crisis de la TV, si bien es lamentable, porque muchos actores y colegas perdieron la estabilidad, por otro lado ha puesto a la gente en el lugar de lo inestable y la intriga, desde un lugar creativo”, dice la mujer que da vida a Karina, agregando que “la crisis pone a las personas en nuevas preguntas. Cuántos actores maravillosos se fueron quedando inmóviles, en un estado perpetuo, muy cómodos”.
Y es que para estos rostros de la producción a cargo de Agtv, este escenario de reestruturación dentro de los canales, permite, según Antonia Bosman, que la televisión no sea “el único lugar para desarrollarse”.
“Antes alguien que entraba a la televisión era como ‘el’ medio de exposición que tenía. Ahora tenemos hartos actores en series en Netflix, y quizás ellos son la nueva camada de actores jóvenes,
por la diversificación del medio audiovisual”, complementa Rodrigo Walker.
El cariño del público
Pese a no contar con un rating que lo posicione en los primeros lugares de lo más visto, el thriller de Canal 13 ha logrado captar la atención del público, sobre todo en redes sociales, donde muchos siguen los perfiles personales de los actores de la trama.
Los actores sienten el cariño a través de ellos y con los afectuosos saludos que reciben en la calle, lo que para ellos es una muestra que la teleserie es un éxito. “Fue un golpe de realidad en el sentido de que venía recién salido de la escuela, mi Instagram no lo había tocado en lo absoluto y de un día pa otro fue un ‘boom’, pero bien, lo estoy aprendiendo a manejar”, reconoce Antonia Aldea, quien, debutó en las teleseries con esta producción.
“Es rico poder salir a la calle y que me digan ‘qué buena teleserie’ o que me digan que antes no veían teleseries y que ésta les gusta”, agrega Bosman, quien junto a Walker hicieron sus prime- ras armas en “Wena Profe” de TVN y una pequeña participación en la recta final de “Si yo fuera rico” de Mega.
Las complicaciones de un thriller
Quienes han visto y siguen “Pacto de Sangre”, ya están acostumbrados a los giros y escenas de alto impacto, donde las emociones son más intensas y terminan destacando las actuaciones, tal como ocurrió con la muerte de Karina.
“Pasé por la escuela, el teatro, y es algo que uno aprende a hacer, hay técnicas y métodos para llegar a las emociones”, cuenta Walker, agregando que este tipo de escenas son entretenidas de hacer, porque “te saca de tu cotidianidad, y también hay que hacer el trabajo de vuelta, de tratar de estar bien y lo más completo posibles. Es fuerte, difícil, obvio que uno queda afectado, pero se vuelve a la normalidad después de un tiempo, a veces más largo, pero se vuelve”.
Al mismo tiempo, el actor pone énfasis en el apoyo que recibe de sus colegas con más experiencia. “Ellos siempre están súper atentos. Nos ven más chicos y nos van ayudando y guiando mucho. A veces uno llega y pregunta por una escena y mis papás, el Álvaro Espino- za e Ignacia Baeza, me dicen cuándo debería bajar, o que quizás éste es el peak de la escena y no antes. Uno se va nutriendo de esas cosas, de otras visiones”, remata.