Se desmorona la fe
La única religión que crece es la de los que no creen
Dicen que las puertas del reino de Dios están abiertas para todos aquellos que tengan las voluntad de entrar, sin importar donde hayan nacido o cuál sea su lugar de origen. Sin embargo, en las últimas décadas el número de personas que han preferido quedarse fuera y volver por el sendero de la incredulidad, ha aumentado de manera considerable en nuestro país.
Así lo reveló el Centro de Estudios Públicos (CEP) a través de su encuesta de opinión enfocado en la religiosidad de los chilenos. Según los datos presentados por la institución, un
55% de los encuestados se declara católico, lo que representa una disminución del
18% en comparación a los resultados de 1998, y a un 14% en contraste con el 2018. Aquellos que dicen no sentirse representados por ninguna religión ha aumentado desde un 7% a un 24% en dos décadas.
¿Los chilenos están perdiendo la fe? Esa pareciese ser la pregunta que se hacen los expertos, quienes concuerdan que la grave crisis que padece la Iglesia Católica es uno de los factores para la baja sustancial de creyentes.
Abraham Paulsen, académico del Instituto de Geografía de la Universi- dad Católica, considera que la baja sostenida del catolicismo debiese estabilizarse y que el país no llegará a niveles europeos como en Suecia, donde sólo el 18% cree en un Dios. “No va a haber un proceso de secularización en el que nosotros podamos ver iglesias convertidas en bares o biblioteca, como si ha ocurrido en el viejo continente”. Para el profesor, los jóvenes tienden a alejarse de la Iglesia pero en algún momento de su vida, cuando son más viejos o tienen familia, tienden a retornar a las práctica del catolicismo. “Tanto católicos como evangélicos muestran un vacío interesante en cuanto a la filiación de los jóvenes”, asegura Paulsen. Dentro del desglose del estudio del CEP, hay otras preguntas que demuestran el alejamiento de los chilenos de la religión como un pilar fundamental en sus vidas. Un 46% de los encuestados dijo estar de acuerdo o muy de acuerdo, en que la religión en Chile representa el pasado y no el futuro. En la misma linea, un 42% dijo estar en desacuerdo o muy en desacuerdo que la religión es hoy tan relevante como lo fue en el pasado. El sociólogo y académico de la Universidad Central, Rodrigo Larraín, esperaba un descenso mayor del porcentaje de católicos, por los escándalos de abuso sexual y abuso de poder dentro de la Iglesia. “Probablemente la no religiosidad no implica un abandono de la fe, ya no es solamente el Dios como se define en occidente, hay otras maneras, llámalo fuerza sobre natural, energías, como quieras”.
Uno de los puntos que llamó la atención del profesor es en el que se gráfica que los chilenos creen más en el “mal de ojo” (61%), que en la Virgen (56%). “Podría ser el horóscopo u el tarot y no el mal de ojos, pero la idea es la misma. Hay una diferencia entre sentir algo y creer en algo, la segunda necesita un esfuerzo mayor, pero la primera es parte de una sociedad secularizada como en la que vivimos hoy”.
En Sudamérica, Chile sigue manteniendo el promedio entre el catolicismo, los que se declaran evangélicos y aquellos que no se sienten identificados con ninguna religión. En un extremo está Uruguay, donde los agnósticos alcanzan un 38%, y por el otro Brasil, donde un 8% asegura no sentirse representado con ninguna religión.
Voces Católicas, una agrupación de laicos chilenos, sostienen a través de su vocero, Cristian León, los países de este lado del mundo tiene sus propios procesos, por lo que las cifras de Chile no son una tendencia en la región. Además, el laico sostiene que “el mundo religioso es tan potente en el cono sur, que la gente tiende a cambiar de fe a una mucho más dinámica y emotiva como es el caso del mundo evangélico que ha ganado terreno en los últimos años”, puntualiza León, quien si considera que el porcentaje de creyentes seguirá bajando de manera drástica. Para la Iglesia, ¿ya no basta con rezar?
En los últimos 20 años los chilenos católicos bajaron en casi un 20% mientras que aquellos que no se sientes identificados por la religión aumentaron en un 17%. La crisis de la Iglesia y la secularización son, a primera vista, los factores más relevantes.