Petrolera iraní rechaza “falsa acusación”
Mediante un comunicado, la embajada iraní en Chile negó tajantemente que su petróleo haya sido el causante de las intoxicaciones en Quintero, Puchuncaví y Talcahuano.
La Fiscalía allanó el pasado lunes la planta de Enap en Hualpén luego de establecer un vínculo entre la manipulación del crudo iraní y la crisis ambiental que se registró en dichas localidades en agosto.
En el escrito de la embajada, donde la Compañía Nacional del Petróleo Iraní (NIOC) es la que habla, niegan “la falsa acusación del órgano persecutor de Chile. Los terminales de exportación de Irán poseen los laboratorios más actualizados e instrumentos de medición de calidad; el petróleo exportado está bajo constante vigilancia durante ciertas horas del día”, se lee.
La defensa de la empresa estatal iraní llega luego de que la fiscal del Biobío, Marcela Cartagena, dijera con total seguridad este lunes que “el crudo iraní provocó los malos olores en los dos lugares (…) Lo que marca la diferencia es que en Quintero, parte de la sustancia llega a piscinas de decantación y ahí queda absolutamente libre al aire. Por eso lo que sucede en Quintero es mucho más grave y dura más tiempo”.
Contrarios a eso, la NIOC dijo “no ha habido acusaciones serias contra Irán y las remotas posibilidades están bajo investigación”. Junto con eso, detalló que sus barriles son revisados anualmente por inspectores de la Organización Internacional de Normalización (ISO), que verifica la examinación, carga y exportación, antes de emitir licencias para la exportación. Si hubiese un relator de lucha libre viendo lo que pasó en las últimas horas con el paro portuario, habría dicho que todos se dieron con todo. Ello porque tanto TPS, el presidente del consorcio que maneja esa compañía, el Gobierno, el alcalde de Valparaíso y los trabajadores eventuales movilizados salieron a dar declaraciones.
Uno de los primeros fue Richard von Appen, presidente de Ultramar, el consorcio que maneja a TPS. El empresario comentó que “sí, somos intransigentes con la gente que ha violentado, que ataca nuestras oficinas y a nuestras personas”.
Esto provocó una res- puesta inmediata del Gobierno, en voz de la ministra de Transportes, Gloria Hutt, quien aseguró que la intransigencia estuvo al no recibir a los trabajadores.
Más duro fue el alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, quien derechamente lo mandó a callar. “Si no quiere ayudar en la solución del conflicto, mejor guarde silencio, hágalo por Valparaíso”, dijo.
Después agregó que “sus declaraciones en los últimos días no han contribuido absolutamente nada en apaciguar o tratar de acercar la posición de las partes”.
Tras eso, se conoció una información proveniente desde TPS que incluso desconoce el paro. “Queremos ser muy claros: no hay un paro portuario en Valparaí- so. Nuestro terminal está operando desde el 28 de noviembre en forma contínua, y hemos atendido a todos los clientes que nos han solicitado servicios. Tenemos más de 350 trabajadores portuarios realizando sus labores con normalidad”, indicó el gerente general de la compañía, Oliver Weinreich.
Estas palabras se dieron cuando dirigentes de los cerca de 400 trabajadores movilizados pidieron disculpas por manifestaciones registradas en la mañana en el Valparaíso.
“Tuvimos anoche ( miércoles) un consenso de no hacer nada hoy ( jueves), además que se está conversando con el gobierno, así que a descansar un rato, esperar la respuesta, en el día va a estar tranquilo”, indicó a Cooperativa Francisco Baez, uno de los líderes del movimiento.
Aún así, al cierre de esta edición, el paro continuaba en pie.