Una buena y una mala: baja desempleo en Gran Santiago pero hay más mujeres sin trabajo
Informe de la Universidad de Chile mostró una baja del desempleo, pero que no favorece a las trabajadoras
Sí, mejora, pero aún hay ripios. El Centro de Microdatos de la Universidad de Chile entregó ayer los resultados de la Encuesta de Ocupación y Desocupación en el Gran Santiago levantada por el Centro de Microdatos, que arrojó una tasa de desempleo de 7,4%, equivalente a 245.407 personas.
Esta cifra significa un aumento de 0,3 pp respecto de septiembre, pero una considerable caída de 0,8 pp en un año. Además, el reporte destacó que la tasa promedio de los últimos
20 años es 9,7% y de los últimos
10 años 7,8%, por lo tanto, desde una perspectiva de largo plazo este último registro se ubica bajo el promedio histórico.
“En general, es una buena cifra”, sostiene Valentina Ciriotto, economista y académica de Ingeniería Comercial de la U. San Sebastián, agregando que “esto significa que respecto a diciembre del año pasado, se crearon más puestos de trabajo respecto a las personas que ingresaron en la fuerza laboral”.
Sin embargo, hay un dato que llama la atención. El informe señala que el tiempo de desocupación promedio en diciembre de 2018 era de 4,7 meses, 0,6 meses más que el año anterior. A su vez, el porcentaje de desocupados por más de tres meses se ubicó en 52,3%, mayor al de hace doce meses.
La especialista señala que esto se puede explicar porque “los desempleados se toman el tiempo para encontrar un trabajo que más les acomode en término de sueldo y gusto”, lo que a su juicio “es una buena noticia porque significa que las personas tienen confianza que pueden encontrar mejores trabajos, sin embargo, por otro lado, puede significar que los procesos de contratación son más largos que antes”.
Más mujeres cesantes
Si bien las cifras en general son esperanzadoras, el director del Centro de Microdatos, Fabián Duarte, explicó que en el desglose por género se observa una baja de 1,7 pp en el desempleo masculino y un alza de 0,4 pp en el desempleo femenino. Así la tasa de hombres sin trabajo es de 6,6%, mientras que el de las mujeres alcanza 8,5%, explicado por un aumento de la fuerza laboral femenina que no está siendo absorbida por el mercado laboral.
Una explicación a esta situación, aparte de las brechas estructurales, podría ser “el hecho que los sectores que presentan mayor cesantía son el comercio y servicios personales y de los hogares donde trabajan muchas mujeres, por ejemplo, servicio doméstico, peluquerías y salones de belleza, entre otros”, apunta Ciriotto.
Por otro lado, tras un 2018 en que el desempleo no se vio influido por el mayor crecimiento de la economía ¿se puede esperar que para este año sí se note? La académica no se ariesga a hacer un pronóstico, pero sí indica que, “dado los resultados vistos hasta ahora, podríamos ser optimistas”, aunque recalca que no se debe “perder de vista que no es suficiente que disminuya el desempleo, es necesario también que se creen trabajos de calidad y que todos tengan las mismas oportunidades de acceder a estos trabajos”.
“Esta buena cifra demuestra que el empleo está creciendo en nuestro país” Nicolás Monckeberg, ministro del Trabajo