Interpol confirma detención de ex secretaria de Contreras
El subprefecto Ricardo Quiroz, jefe de Interpol Chile, informó que sus pares de Camberra confirmaron que Adriana Rivas González, ex agente de la Dina y ex secretaria de Manuel Contreras, está en prisión preventiva en Australia.
Quiroz indicó que el Poder Judicial ya envió el 19 de febrero pasado una solicitud de extradición, la que se resolverá una vez que la ex agente de la Dina comparezca ante un juez local.
“Ella cuando fue presentada ante el juez, su juicio fue aplazado hasta el 1 de marzo para que la señora Rivas cuente con representante legal. Por este tiempo permanecerá en prisión preventiva”, precisó el jefe de Interpol en Chile.
El ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago, Miguel Vázquez, afirmó que Adriana Rivas salió de Chile por un paso no habilitado y que está en rebeldía.
La ex agente de organismo represor está acusada por delitos de secuestro calificado, hechos que ocurrieron entre 1974 y 1975 y donde hay siete víctimas. Una cadena de historias oscuras, de estrechas relaciones de una “corte gay” con la dictadura militar chilena y zancadillas a sacerdotes progresistas, reveló el sociólogo y periodista francés Frédéric Martel, en el capítulo sobre Angelo Sodano de su libro “Sodoma”, que se presentará hoy. “The Clinic” publicó los aspectos respecto de la parte que trata sobre quien fuera nuncio en Chile y que terminó como brazo dere- cho de Juan Pablo II. Tras más de 1.500 entrevistas, a lo largo de cuatro años de investigación y previa verificación de documentos desclasificados, el equipo que produjo “Sodoma” no pretende atacar las preferencias sexuales de los sacerdotes en El Vaticano, sino la instalación “de una estructura de secretismo y complicidad que ha tenido efectos perversos en la conducta pública de la Iglesia católica”. Si bien registra informaciones sobre lo que sucedió “puertas adentro” en El Vaticano, Martel comprobó los movimientos del ex nuncio apostólico en Chile, Angelo Sodano, el mismo que se convirtió de tibio crítico a acérrimo defensor de la dictadura militar (1973-1990). “(Sodano) se daba la gran vida (en Chile). Salía en coche con escolta policial y luz giratoria, algo sorprendente tratándose de un nuncio. Asistía a todas las inauguraciones y exigía un asiento reservado en primera fila”, explicó el autor en el libro. Además de adorador de la “buena mesa y el poder”, el ex nuncio apostólico “fue el artífice en el nombramiento de cuatro obispos ultraconservadores, que hicieron el contrapeso a la Iglesia