Las razones para rechazar la marcha antimigrantes
Armas y el Día del Niño pesaron. La intendencia dice que el gobierno respeta el derecho a reunión, pero que en esta manifestación no se puede garantizar la seguridad de los ciudadanos
Pasaron nueve días desde que comenzó a circular en redes sociales un afiche que llamaba a marchar por “salud, trabajo, educación para los chilenos” el domingo 11 de agosto. El grupo, denominado “Aún tenemos patria ciudadanos”, envió un mensaje claro para rechazar la nueva ley migratoria y a favor de endurecer las restricciones a los migrantes.
Sin embargo las intenciones del “movimiento nacional” de manifestarse desde Plaza Italia hasta Los Héroes, fueron tiradas por tierra por la Intendencia Metropolitana en una decisión que tardó toda la semana en tomar.
La intendenta Karla Rubilar dijo que la decisión de rechazar la solicitud se debe a que no se puede garantizar la seguridad de los ciudadanos, especialmente por el llamado que hicieron algunas agrupaciones que se plegaron a la marcha a portar armas y las posibles reuniones de grupos antifascistas que convocaron a una contramarcha, lo que evidentemente terminaría en enfrentamientos.
“Vamos a tomar todos los resguardos pertinentes para que nadie pueda marchar ese día, porque aquí lo que está en juego es el bien superior de cuidar a las personas de Santiago”, advirtió la intendenta.
Rubilar agregó que un punto a considerar fue la celebración del “Día del Niño”, fecha en que las familias hacen uso de forma masiva los parques del centro.
Pedro Kunstmann, vocero del Movimiento Social Patriota, explicó a Publimetro que la exigencias son la deportación de “todo aquel que llegó ilegalmente y quien se regularizó de manera ilegal”. Después de eso, la petición también es tajante: que se cierren las fronteras “hasta nuevo aviso”.
La intendenta Rubilar explicó que ante las amenazas y los avisos de enfrentamiento, se enviaron todos los antecedentes al Ministerio Público y agregó que “no vamos a avalar nunca manifestaciones ni reivindicaciones que estén basadas en la violencia”.
En relación con las armas, desde la Intendencia aseguraron que, según los antecedentes que pudieron recabar antes de tomar la decisión de rechazar la marcha, se refería al uso de cascos, escudos de madera, bastones retráctiles y soportes de madera de las banderas.
“Respetamos el derecho de reunión consagrado en nuestra constitución, pero también sabemos que ese derecho a reunión tiene que ser a una manifestación pacífica y sin armas. También nos hemos regido por el decreto supremo que rige el derecho a reunión que, cito, ‘ tiene como límite el resguardo de un tercero y su uso no puede llegar a lesionar la libertad de otra persona o la convivencia de la sociedad’”, finalizó Rubilar.