Represión y enfrentamientos por protestas en el aeropuerto de Hong Kong
En un quinto día de manifestaciones y segundo de suspensión de servicio en la terminal aerea, la policía ingresó con gases lacrimógenos
Ayer por la noche hora local (por la mañana, hora de Chile) la policía acudió al aeropuerto de Hong Kong para desalojar a un grupo de manifestantes que protestaban pacíficamente en las dependencias y que ocasionaron por segundo día consecutivo la cancelación de vuelos.
Tras unos minutos en el lugar, la policía abandonó las instalaciones, pero no sin enfrentamientos. Las fuerzas de seguridad, acusadas de uso desmedido de la fuerza para contener las manifestaciones, usó gas pimienta para desalojar la terminal aérea, siendo que se trataba de un lugar cerrado.
A su vez, los agentes, que llevaban garrotes, argumentaron que trataron de ayudar a los socorristas a llegar hasta el sitio donde estaba un hombre lesionado a quien los manifestantes habían detenido bajo sospecha de que era un agente encubierto. El individuo perdió el conocimiento en dos ocasiones antes de ser atendido.
Además, los protestantes ataron de pies y manos a un carro de equipaje a un periodista chino del diario sensacionalista estatal Global Times acusado de ser un infiltrado, según reveló su propio editor por Twitter.
Durante los incidentes los agentes subieron varias personas a una camioneta policial que estaba en la entrada del pasillo de llegadas del aeropuerto. La información oficial habla de cinco detenidos.
Al cierre de esta edición, el miércoles por la mañana (hora local) la terminal aérea volvió a operar, tras estar suspendido sus servicios por varias horas este martes.
Ejercicios militares
Mientras esto ocurría en el aeropuerto, la policía paramilitar se congregó en la ciudad de Shenzhen, al otro lado de la frontera, para realizar maniobras en lo que algunos vieron como una amenaza de aumentar el uso de la fuerza contra los manifestantes.
“Nuestra inteligencia nos ha informado de que el gobierno chino está trasladando tropas a la frontera con Hong Kong. ¡Todos deben estar tranquilos y seguros!”, revelo el presidente de EEUU, Donald Trump, por Twitter.
Las protestas, calificadas por el gobierno chino como próximas al “terrorismo” y que suponen una “amenaza existencial”, comenzaron en junio y se han transformado en un grito contra el deterioro cada vez mayor de las libertades que China prometió a Hong Kong.