Karen Doggenweiler y sus 50 años
“Quiero celebrar en grande”
Comenzó en el noticiero de TVN a principios de los años noventa y no paró más. Pronta a cumplir medio siglo de vida, se da el tiempo de agradecer el cariño que le transmite la gente, y se declara enamorada de su familia Cuando empezaste tu carrera, ¿te imaginaste que llegarías a este punto?
-En cada programa que he participado, siempre lo he hecho con las ganas de que le vaya bien; también, con una mirada súper colaborativa, de proyecto y de equipo. Por ejemplo, en el noticiero, no buscaba hacerme conocida. Si le iba bien, le iba bien al programa, al canal. No soy ese tipo de persona que busca hacerse conocida.
¿Cómo enfrentas los fracasos?
-Creo que una es lo que es, gracias a que te caíste y te pudiste levantar. Me ha pasado después de algún proyecto, haber dicho: “No debí haberlo hecho”. Pero siempre hay un equipo detrás, hubo dedicación, tiempo y, a veces, las cosas no funcionan por distintos factores. También creo que hay que hacerle caso a la intuición, ese bichito interior. De pronto, hay que escucharse más.
¿Lo dices por algún programa en específico?
-Sí, por ejemplo con “Familias en jaque”. Me pidieron que lo hiciera, pero tenía mis reparos.
¿Sientes que con el tiempo ha ido cambiando el cariño de la gente?
-Han sido tantas horas en vivo que creo que hay que detenerse un segundo a agradecer ese cariño y que te valoren sin estar con un programa diario. Que me recuerden, para mí es increíble. Es algo que traspasa generaciones, no sólo me ve la gente mayor, también los más jóvenes. Me miran distintos públicos por distintas cosas: alguno vio el matinal, otros eran estudiantes y veían el “Pase lo que pase”. Llegaban en las tardes a tomar once, comer pan con palta y leche con plátano, porque era un programa para la familia. Con “Mamá a los 15”, hay capítulos que tienen millones de visitas, y me llegan comentarios de Argentina o Perú.
¿Cambió eso cuando apoyaste a Marco (Enríquez Ominami, su esposo) en sus candidaturas?
-Los chilenos, y principalmente las mujeres chilenas, valoran mucho que una se la juegue por lo que cree. Valoran que una sea valiente y que no tome una calculadora y vea qué le conviene más. Me he dado cuenta de eso, lo recojo de mis conversaciones en la calle. También me parece que la gente valoró que lo hiciera por Marco, cambiando el paradigma de “detrás de un hombre hay una gran mujer”, porque al lado de un hombre hay una gran mujer.
Ahora también estás de vuelta en la radio. ¿Cómo ha sido este año en radio Candela?
-Genial. Estoy con Daniel Valenzuela y sentimos que es una nueva Candela. Estamos haciendo cosas con un equipo dirigido por Jorge Méndez. Tenía ganas de hacer algo diario y la radio es un medio fantástico para conectarse con la gente. Lo paso súper bien, ha sido divertido, me río mucho.
“Soy en esencia feliz” ¿Cómo te cuidas?
-No tomo, no fumo, tampoco me maquillo a diario. Tengo un estilo de vida súper sano y más bien fome, la verdad.
Pero eres tan alegre. ¿Siempre eres así?
-Soy muy alegre. Típico que está la fantasía de que la gente en la tele es de una manera y en la casa es de otra. A Marco le preguntan si yo soy así siempre y él dice ‘sí, es increíble, llevamos 16 años juntos y ella se despierta cantando’. Soy en esencia feliz y me he dado cuenta de que es un buen atributo llegar a tu trabajo y ser la persona alegre, tener siempre una sonrisa. Es algo que se valora.
Se te ve muy cercana a tus hijas. ¿Cómo es su relación?
-La Fernanda, mi hija mayor, que tiene 23, ya vive sola. Se cambió este año, y coincidió con que toda la familia se cambió de casa también, así que fue natural, no tuve que ver su pieza vacía. Estoy orgullosa de ella, ahora trabaja en una fundación. Mi otra hija, Manuela, tiene 14 y le va súper bien en el colegio, es muy autoexigente. Nosotros con Marco no somos así, entonces trato de relajarla un poco más.
¿Qué has intentado transmitirles a lo largo de los años?
-Quiero que sean libres, felices, las apoyo en todo. Hoy se escucha mucho hablar de feminismo, pero con mi hermana tuvimos la suerte de tener un papá que no fue machista con nosotras, nos dejó crecer. Era generoso, divertido, nos permitió viajar, era súper amigo nuestro y yo intento transmitir eso también a mis hijas. Tengo la suerte de que Marco es un compañero con quien compartimos roles, que viaja harto, pero que es muy presente y lo pasamos muy bien como familia.
¿Cómo fue para ti, en algún momento, ser madre soltera de tu hija mayor?
-Sí, estuve viviendo con mis papás en esa época y creo que ella ha crecido rodeada de mucho cariño. En ese tiempo, empecé a trabajar de nuevo, porque lo dejé cuando me separé, pero, al retomarlo, estuve igual que cualquier mamá que tiene una guagua. No tenía los pies muy bien puestos en la Tierra, pero así es la vida. De repente tocan papás que se separan.
Estás por cumplir 50 años, ¿tienes algo planificado?
-Quiero celebrar en grande. No hago muchas fiestas, desde chica que me angustiaba. Recuerdo que en mis cumpleaños me metía debajo de la cama, porque decía “¿irán a venir o no irán a venir?”. Me da cosa que quede gente fuera, pero no se puede invitar a todo el mundo. Quiero hacer algo en mi casa, con mis amigas y amigos, gente a la que quiero, a la que le agradezco.
¿Cómo llegas a esta edad?
-Me impresiona, me encanta al mismo tiempo. Me pilla contenta, plena, súper realizada, sana. Tengo muchos motivos por los que celebrar.
¿Has reflexionado en cómo ha sido tu vida?
-Lo hago siempre, no sólo en los cumpleaños, pero hay épocas en las que pienso más, a fin de año, por ejemplo. Ahora que se acerca la fecha, hago proyecciones y balances, pienso que, sin duda, mi vida ha sido súper positiva, no sólo por la tele o por mi carrera, sino por la familia que tengo. Bendito el día en que conocí a Marco, mis hijas son geniales, amo a mi familia.
¿Te parece que es difícil para las mujeres mayores mantenerse en televisión?
-Mujeres grandes, como dicen los argentinos (ríe). Ésta es una frase muy dicha, pero la tele es súper machista. Chile sigue siéndolo, a pesar de haber tenido una Presidenta, y el mundo entero lo es también todavía. He tenido la suerte de estar en el lugar donde quiero estar y creo que acá hay mujeres que son valoradas pese a su edad, como la Kathy Salosny y Carmen Gloria Arroyo. El oficio y la trayectoria son importantes.
¿Qué tienes pendiente por explorar en los medios?
-Siempre tengo inquietud de hacer cosas nuevas, programas entretenidos, otros formatos, sola, acompañada, me gusta trabajar en equipo. Me encantan los docurreality y la telerrealidad.
¿Cómo te ves en 10 años?
-Sana, rodeada de cariño, todavía vigente (sonríe).