Una media hundió a condenado a muerte en EEUU
La prenda fue clave para inculparlo en un asesinato
Larry Swearingen tenía 27 años cuando en diciembre de 1998 violó y asesinó a la joven Melissa Trotter, de 19. O por lo menos por eso fue condenado a la pena de muerte, ya que el hombre siempre se declaró inocente, hasta el último suspiro que dio en la cárcel de Huntsville, del estado de Texas, luego de haber pasado 21 años en el “callejón de la muerte”.
El criminal fue la última persona que se vio junto a la muchacha mientras caminaban a la salida de una biblioteca. Para tenerlo bajo control la policía lo detuvo por unos delitos menores que Swearingen tenía pendientes, y así avanzar en la investigación.
El cuerpo de Melissa fue encontrado un mes después en el bosque nacional Sam Houston, a cien kilómetros al norte de Houston, y junto al cadáver había una media que el depravado usó para estrangularla.
Esa prenda sirvió para inculparlo porque en la casa de Swearingen los investigadores encontraron la media de la otra pierna, junto con unos cigarros y encendedor de la víctima. Además, en su auto había indicios microscópicos de que Melissa había estado ahí.
El asesino recurrió a todas las instancias de apelación y logró posponer su ejecución, hasta ahora. En el momento en que el representante del estado le preguntó si quería decir unas últimas palabras, Swearingen declaró: “Perdónalos, Señor, porque no saben lo que hacen”.
Para el abogado del ejecutado no estaba claro que su cliente fuera culpable. James Rytting dijo que “la ejecución se lleva a cabo sobre la base de una ciencia forense que roza el límite de la charlatanería, de hecho es charlatanería”.
El hombre se sumó a los mil 501 criminales que han sido ejecutados en EEUU desde 1976.
“La ejecución se basó en una ciencia forense que roza el límite de la charlatanería”. James Rytting, defensor.