Cómo enfrentan la falta de nieve los centros de esquí
Las máquinas para hacer nieve han sido la salvación del rubro para esta temporada, mientras las empresas turísticas sostienen que se encuentran diversificando su oferta para afrontar las temporadas más cortas
Temperaturas de 27 grados, emergencia agrícola por escasez hídrica y un invierno cada vez más corto.
Al mirar hacía la Cordillera, el blanco no colorea el horizonte y es el café tierra lo que se impone en el macizo. Los efectos del cambio climático se dejan ver y sentir en la Región Metropolitana y ahora suman un nuevo afectado: los centros de esquí del valle central.
Durante la última semana, medios internaciones como “O Globo” o la agencia de noticias AFP han puesto la atención sobre los recintos turísticos de lo alto de Santiago y los problemas para poder hacer sustentable un negocio que está estrechamente relacionado con la naturaleza, fuerza incontrolable e impredecible.
Ante la crisis climática, los centros de esquí han debido innovar para mantener las pistas abiertas y mantener el flujo de visitantes durante todo el año.
Una de las soluciones para lograr este objetivo ha sido el uso de máquinas de nieve artificial. Según Ricardo Margulis, gerente general Valle Nevado, nunca se había usado tanto esta tecnología como en la temporada 2019. Gracias a esto, han logrado mantener el 90% de las pistas abiertas durante la temporada.
Nuevos atractivos
Sin embargo, desde el centro turístico reconocen que los efectos del cambio climático son innegables y que es relevante diversificar la oferta ante los largos meses sin nieve. Una de las opciones que se abren para los turistas es la bicicleta de montaña.
“Queremos pasar de ser centro de esquí a un centro de montaña. Por eso, el plan que comenzó en 2009 contempla una inversión de más de US$ 200 millones a 2022. Para este 2019, la inversión es cercana a los US$ 4 millones, incluyendo nuestro nuevo proyecto de bike park que tenemos planificado inaugurar en diciembre ( inversión cercana a los 150 millones de pesos)”, sostienen desde Valle Nevado.
A pesar de la decepcionante cantidad de nieve que ha caído en agosto, desde la empresa aseguran que la capacidad hotelera se ha mantenido cercana al 95% de ocupación y que la visita de turistas extranjeros no ha bajado. Por su parte, desde El Colorado asumen que la temporada más breve ha afectado la afluencia promedio.
José Pablo García, director comercial, asegura que la fabricación de nieve ha sido la clave para mantener las pistas funcionando, pero que también están invirtiendo en otras actividades en la montaña
“En cuanto a entretenimientos, esta temporada desarrollamos una serie de tocatas, fiestas y promociones para garantizar una experiencia completa a nuestros visitantes en el mundo de la montaña”, señala el ejecutivo.
Al igual que en Valle Nevado, la empresa también está potenciando su bike park para atraer a nuevos deportistas durante los meses secos.
A pesar de las consecuencias del cambio climático, García sostiene que los centros de esquí tal como los conocemos están lejos de desaparecer. “La fabricación de nieve artificial es una tecnología que se usa en todo el mundo, pero requiere una alta inversión que realizamos año tras año. Es un gran esfuerzo por elevar nuestro volumen de manto blanco generado y de calidad. Pero, sin dudas, necesitamos una mayor ayuda del gobierno a la industria de los centros de esquí”, explica.
“Queremos pasar de ser centro de esquí a un centro de montaña” Ricardo Margulis, gerente general Valle Nevado