Indignación en Reino Unido por suspensión del Parlamento
Miles de detractores de Boris Johnson salieron espontáneamente a protestar en las calles de varias ciudades del país
En junio del 2016 los ciudadanos de Reino Unido decidieron salir de la Unión Europea con un 52% de los votos. Ahora los derrotados están indignados por la forma en que el primer ministro está tramitando el proceso, cuya fecha está fijada para el 31 de octubre.
Boris Johnson le pidió a la reina Isabel que suspendiera la actividad del Parlamento entre el 10 de septiembre y el 14 de octubre, luego del regreso de los políticos de las vacaciones de verano. La intención tras el cierre de la Cámara por un período más largo de lo habitual es restarle tiempo a la oposición que pretende frenar la posibilidad de un Brexit sin acuerdo.
Entre los detractores de la jugada de Johnson cundió la indignación, y miles de ellos salieron espontáneamente a protestar en las calles de varias ciudades del Reino Unido. Los manifestantes, con pancartas, acusaron a Johnson de organizar un golpe político y han reunido más de un millón de firmas en contra de la medida, que tiene el respaldo de la Constitución.
En tanto, varios parlamentarios de oposición han escrito a la monarquía para solicitar una audiencia con la Reina con el fin de pedir la anulación del plan de suspensión.
Johnson minimizó el asunto y declaró que los políticos tendrán tiempo suficiente para debatir el futuro de Reino Unido en la Unión Europea.
El parlamentario conservador, Jacob Rees-Mogg, apoyó a su líder. “Es el funcionamiento normal de nuestra constitución. El gobierno está trabajando muy arduamente para lograr un acuerdo, como lo ha señalado el primer ministro”.
En tanto el vocero del Partido Nacionalista Escocés, Stephen Gethins, llegó al extremo de acusar a Johnson “de meterse en el territorio de una dictadura de pacotilla”.
Entre los conservadores también hay detractores de Johnson. El ex primer ministro John Major informó que está investigando si hay resquicios legales para que la suspensión quede sin efecto.