LA APASIONADA Y POLÉMICA RELACIÓN DE CAMILO SESTO CON CHILE
El artista, que debutó en nuestro país en diciembre de 1973, falleció a los 72 años producto de complicaciones en su salud
Camilo Blanes Cortés, más conocido como Camilo Sesto, falleció este sábado a los 72 años producto de un fallo renal que derivó en dos paros cardiacos. La noticia enlutó al mundo, a pesar de que ya se conocía su deteriorado estado de salud.
Y es que en 2001 el intérprete de “Algo de mi” recibió un transplante de hígado, pero su cuerpo rechazó el nuevo órgano y tuvo que ser intervenido por segunda vez. En 2016 se presentó a un evento convaleciente y en silla de ruedas, tras sufrir una caída en su casa que dañó su cadera y pie.
Posteriormente, en julio del 2018, fue hospitalizado por un cólico nefrítico, y meses más tarde, se le vio frágil y notoriamente delgado, evitando a los periodistas en el marco de la presentación de su álbum “Camilo sinfónico”.
“Estoy bien, sólo un poco mareado”, aclaró en dicha oportunidad, pues el día anterior había estado internado en el hospital. “Gracias a todos por estar aquí. Y que la música siga siendo nuestro único mundo. Estoy de pie”, expresó antes de irse.
Después de ello, no se supieron más detalles sobre su salud. “Me queda mucho tiempo, me queda mucha vida para seguir haciendo cosas”, dijo el pasado 23 de julio al medio Canal Sur, en la que sería su última entrevista.
Debutó en Chile a los 27 años
Su club de fans en el país se creó en diciembre 1973, luego de su debut en el Teatro Caupolicán. En la visita concretó lo que sería su primer show en el Festival de Viña, el 10 de febrero de 1974. Por aquel tiempo el cantante tenía 27 años y recién comenzaba su carrera, aunque ya tenía varios hits bajo el brazo.
“Me gustaría a través de mis canciones darles todo mi agradecimiento y pedirles una cosa, que no me olviden porque yo quiero volver”, dijo esa noche a la Quinta Vergara, para luego iniciar su presentación con el cover de “Volver, volver” (Vicente Fernández) y seguir con títulos como “Yo Soy Así”, “Fresa Salvaje” o “¿Quieres ser mi amante?”.
“La primera vez que vine creo que yo creé Chile y conmigo Chile empezó de nuevo a nacer. Cuando me preguntan digo que estoy en casa, porque he estado más veces aquí que en mi propia casa”, expresó el cantante durante una rueda de prensa en 2017. “¡Yo quedé impresionado! Después de saber lo que había pasado... Lo nuevo... Vivir todo eso es como enriquecerse y alegrarse por unas cosas y decir adiós a otras (...) Afortunadamente Chile es un nuevo Chile mirando para el cielo y eso es culpa de los chilenos que han dicho: ¡Chile para arriba!”, agregó al respecto.
En 1891 el astro español regresó al certamen viñamarino, haciendo historia al convertirse en el primer artista fuera de la competencia en recibir la Gaviota de Plata. Su tercera y última aparición en el Festival de Viña ocurrió en 2004, siendo premiado con todos los galardones. “Los grandes artistas no mueren, viven para siempre en el corazón de los millones de fans que aman su música. Gracias al gran Camilo Sesto por tener el privilegio de ver su arte en el Festival de Viña. Grande entre los grandes“, tuiteó ayer Virginia Reginato para despedir al artista.
Su última presentación en el país fue en 2017, ocasión en la que llenó el Movistar Arena. En el marco de dicha visita, asistió a un desayuno en La Moneda, donde compartió con la otrora ministra Paula Narváez y Marcos Barraza para celebrar el Día de la Madre en una actividad donde también participaron mujeres de distintas organizaciones sociales y personas de la tercera edad.
Según el cantante español, esa era la segunda vez que visitaba el Palacio, ya que la anterior fue justo antes de que se terminara la dictadura de Augusto Pinochet. Si bien el artista jamás demostró afinidad con este lado político, pues sufrió en carne viva la de Francisco Franco en su país natal, sí se declaraba de “centro-centro”.
“Después de haber estado en Chile fui a otros países y tuve algunos problemas. No me veía asociado yo a nada de lo que me estaba pasando. Hubo problemas, incomprensibles entonces, incomprensibles siempre, pues yo no tenía nada que ver en absoluto. A mí me importaba lo que había sucedido con el pueblo y conmigo y eso quedó”, respondió en 2003 a El Mercurio tras ser consultado por las críticas al aceptar venir en el tiempo de Pinochet, un encuentro que, según dijo, recordaría “toda la vida”.
En tanto, este año volvería al país, pero los shows programados para febrero se reagendaron para mayo en una sola presentación. No obstante, los problemas de salud lo obligaron a cancelar lo que habría sido su adiós con el público local.