Celebración y caos: las caras opuestas de China y Hong Kong
Mientras en Beijing se festejaba el aniversario de los 70 años del Partido Comunista en el poder, la policía honkonesa baleó a manifestante en jornada de furia
La policía de Hong Kong baleó a quemarropa a un manifestante que quedó tendido en el suelo, sangrando y gritando de dolor, en una escalada brutal de las manifestaciones contra el gobierno en el territorio semiautónomo chino el martes. Decenas de miles protagonizaron una jornada de furia mientras los dirigentes comunistas en Beijing festejaban los 70 años en el poder.
Un video del incidente difundido rápidamente en redes sociales parecía mostrar al agente cuando abría fuego momentos antes de que un manifestante le golpeara el brazo con un bastón. La información fue confirmada por un funcionario que habló en condición de anonimato con Associated Press.
Las fuertes medidas de seguridad para impedir actos de violencia que incomodaran al presidente chino Xi Jinping no lograron detener una marcha masiva en el centro de la ciudad, que convocó al menos 100 mil personas según los organizadores, y otros actos de protesta en diferentes ciudades en busca de mayores derechos democráticos.
Mientras esto ocurría, la jefa de gobierno de Hong Kong, Carrie Lam, se encontraba en Beijing presenciando un ostentoso desfile del gobierno chino para demostrar su gran poderío económico y militar.
El Ejército mostró las armas más avanzadas del país, algunas por primera vez. Avanzaban vehículos cargados con proyectiles como un misil nuclear diseñado para eludir las defensas estadounidense junto con las tropas que desfilaban ante el presidente, Xi Jinping, y otros líderes en la Plaza de Tiananmen, el corazón simbólico del país. Miles de personas ondeaban banderas chinas mientras los aviones de combate sobrevolaban la zona.
“Ninguna fuerza puede cambiar la situación de nuestra gran patria, y ninguna fuerza puede detener el progreso del pueblo chino y la nación china”, dijo Xi, vestido con una chaqueta Mao de color gris, en un discurso emitido en la televisión nacional.
El evento conmemora el aniversario del anuncio de la fundación de la República Popular China el 1 de octubre de 1949, por el entonces líder Mao Zedong, después de una guerra civil.