Ansiedad, ganas de “escapar” y un mensaje ambiguo de la autoridad
El sicólogo Rodrigo Conte, del programa de apoyo humano de la Funeraria Inmemoria, sostiene que “hay mucha ansiedad, que estimula actos impulsivos. Y eso se ve potenciado porque mucha gente no cree en la información que recibe sobre los peligros de la pandemia. Además, existe la sensación de que infringir las normas sanitarias no tiene consecuencias, pues no se ve mucha fiscalización en algunos lugares”.
Y Raúl Zarzuri, director de la Escuela de Sociología de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano , agrega que “hay que obviar a quienes no pueden teletrabajar y deben salir a la calle para ganar el sustento. Tras ese alcance, es claro que no estábamos acostumbrados a la distancia social. Lo natural es vivir la corporalidad y eso es muy difícil de eliminar.
Como seres sociales necesitamos de otros, y el coronavirus nos ha puesto en el dilema de cumplir o no lo que se exige. Y los jóvenes sienten más ese deseo de sociabilidad. Más encima, el 90% de los chilenos carece de condiciones para hacer la cuarentena, por lo que debe escapar de alguna forma”.
¿Hay también un problema con el mensaje de las autoridades?
“El discurso de las autoridades ha sido bastante ambivalente desde el inicio de la pandemia y hay una premisa: te dicen que hay que cuidarse, pero también te dan la posibilidad de hacer un tránsito que no va a permitir ese cuidado. Las zonas de vacaciones se van a ver enfrentadas a situaciones bastante complejas. Claramente se ha privilegiado el tema económico”, cierra Zarzuri.