Las pistas que deja el arsenal de Traiguén
Detenido fue caracterizado como “un individuo de bajo perfil”. Es bombero.
La denuncia de un posible tráfico de marihuana en la casa del funcionario judicial del Tribunal de Garantía de Traiguén, Juan Pierce Valenzuela, llevó a la policía a descubirir un poderoso arsenal y la hebra de un investigación que -eventualmente- podría proyectarse a los atentados cometidos en la Región de La Araucanía.
El hombre de 38 años lleva una década en esa repartición, es hijo de un exintendente de la región en el segundo gobierno de Bachelet y quien fue parte de la Agencia Nacional de Inteligencia. En su hogar se incautó un impresionante arsenal: un fusil FAL, 27 cartuchos calibre 7.62, una pistola marca Colt, calibre 45, 8 cartuchos calibre .45, un rifle calibre 22, una bolsa de explosivo C4, y un niple (explosivo artesanal) de PVC, además de ropa de camuflaje, artefactos explosivos, detonadores y 220 municiones.
Al detenido lo describen como “un individuo de bajo perfil y voluntario del cuerpo de Bomberos local”. En la universidad habría establecido lazos con grupos radicales mapuches.
El fiscal Enrique Vásquez lo calificó como “un peligro para la sociedad” al justificar su detención preventiva, mientras que el Gobierno presentó una querella criminal y ahora las indagaciones se vinculan a dos muertes policiales en La Araucanía. El Laboratorio de Criminalística de Carabineros indaga si los cartuchos calibre 7.62 incautados, que corresponden a munición de guerra, podrían haber sido utilizados en el baleo del oficial PDI Luis Morales, muerto en enero en Temucuicui. Y también se investiga si existe relación de las armas con el homicidio del carabinero Eugenio Naín, asesinado en octubre del 2020.
“Hemos visto que estas armas se utilizan en homicidios, asesinatos de fuerzas policiales, porque esta munición permite vulnerar la protección que llevan las policías, perfora el blindaje de un vehículo de las policías y, sin dudas, perfora un chaleco antibalas, que son los instrumentos de protección”, expresó ayer el subsecretario del Interior Juan Francisco Galli. En el Gobierno sostienen que una de sus preocupaciones es la cantidad de información sensible que el funcionario pudo filtrar hacia grupos violentistas, pues tenía acceso a órdenes de entrada y registros de detención. “Este armamento es peligroso y está diseñado para la guerra, por tanto es absolutamente ilegal”, enfatizó.
El caso del arsenal de Traiguén podría dar nuevas pistas sobre el conflicto de La Araucanía, mientras el funcionario ahora está en manos de la misma Justicia que él servía en un tribunal...
“Hemos encontrado este tipo de armamento y de munición en distintas situaciones, como en la muerte de dos funcionarios policiales”.
JUAN FRANCISCO GALLI Subsecretario del Interior.