Manifestaciones golpistas
167 puntos continuaban con barricadas, lo que obligó a la intervención de las policías militares.
Un elocuente
Al menos en 17 estados en Brasil se han registrado protestas de los simpatizantes del Presidente Jair Bolsonaro, con más de 100 puntos de bloqueo en las carreteras por tercer día consecutivo desde la celebración de las elecciones que dieron la victoria a Luiz Inácio Lula da Silva.
La Policía Federal de Carreteras (PRF) ha informado de que cerca de dos mil conductores han sido multados entre el lunes y el mediodía de ayer por interrumpir el tráfico, ascendiendo el monto total a cerca de 18 millones de reales brasileños ($ 3.500 millones, aproximadamente).
La PRF también precisó que los bloqueos ascendían a 167 en comparación con los 271 puntos registrados en la madrugada del martes, según informa el diario O Globo.
Las protestas se suceden desde que Lula se impuso en las elecciones, mientras que Bolsonaro se pronunció el martes, tras más de 48 horas en silencio, sin hablar de su derrota y recalcando solo que cumpliría con la Constitución. Si bien calificó los bloqueos en las carreteras como una manifestación de la “indignación” y la “injusticia” por “cómo se dio el proceso electoral”, pidió que transcurrieran de manera “pacífica” para dejar claro que ellos no actúan como la izquierda, cuyos métodos “siempre perjudicaron a la población”.
Al igual que Donald Trump, a quien admira abiertamente, Bolsonaro ha dicho que las máquinas de votación electrónicas facilitan el fraude. No ha presentado pruebas, a pesar de que el tribunal electoral se lo ha ordenado.
De cualquier modo, ordenó que se realizará el proceso de traspaso del poder, que será coordinado por el jefe de gabinete saliente (Ciro Nogueira) y el vicepresidente entrante (Geraldo Alckmin).
Su discurso se produjo luego de que los gobernadores de varios estados decidieran el martes movilizar a la Policía Militar, que depende directamente de las regiones, ante la aparente inacción federal para eliminar los bloqueos.
El juez del Tribunal Supremo, Alexandre de Moraes, avaló que las fuerzas de seguridad estatales pudiesen desplegarse para colaborar en las tareas que, teóricamente, le corresponden a la PRF, que depende del gobierno central.
En algunos lugares la situación se ha presentado particularmente preocupante, como sucedió frente al Comando Militar del Este en Río de Janeiro, uno de los ocho cuarteles generales regionales del ejército, donde centenares de bolsonaristas alzaron los puños, ondearon banderas y corearon lemas como “Fuerzas armadas salven a Brasil” y “El pueblo, unido, jamás será vencido”.
Sus fanáticos también difunden su discurso antidemocrático en redes sociales, donde llaman a que los militares salgan a la calle, disuelvan el Congreso y la Corte Suprema y mantengan a Bolsonaro en el poder.
HAMILTON MOURãO Actual vicepresidente de Brasil