Juicio al sistema que pasa cotización adicional a actuales pensionados
En favor. El 6% a solidaridad permite subir hoy las pensiones, en especial, a las mujeres, En contra. Nuevo aporte no renta y es difícil de garantizar. Incluso, dicen, bastaría con la PGU.
“El sistema de pensiones con fondo solidario, en la actualidad, es difícil de proyectar a largo plazo”.
PABLO TARGARONA Académico U. Bdo. O’Higgins.
“Las tasas de reemplazo de los actuales pensionados, con PGU, es de un poco más de 80%, es alta”.
ELISA CABEZóN
Pivotes y Obs. Perspectivas.
“Se dice que el 6% es un robo. Hay quienes inventan argumentos solo para defender el negocio de las AFP””.
DIEGO IBáñEZ
Diputado CS.
Diego Hermosilla P.
El proyecto de reforma previsional ya está en el Congreso, aunque aún no comienzan las discusiones... en ese lugar, pues desde que se conocen algunos detalles, varios puntos generan divisiones. Uno es el del destino del 6% adicional de las cotizaciones, que serán usados inmediatamente para pagar pensiones y otros beneficios a los actuales jubilados y no se invertirá y guardará como pasa con los fondos individuales.
“Los sistemas de pensiones con fondo solidario han sido un éxito en países desarrollados, porque los factores económicos globales de ese entonces lo facilitaban. En la actualidad, debido a los cambios e incertidumbre por las nuevas formas de comprender el desarrollo económico y sustentabilidad, se hace difícil proyectarlo a largo plazo”, opina Pablo Targarona, director de la Escuela de Administración y Negocios de la U. Bernardo O’Higgins.
La ministra vocera de gobierno, Camila Vallejo, ha dicho que ya “es el Estado el que sostiene gran parte de las pensiones” y que “esta reforma está diseñada para generar un aumento inmediato en las pensiones, sobre todo para las mujeres”.
Ese es el principio que busca cumplir el gobierno, algo que a Elisa Cabezón, directora ejecutiva del observatorio Perspectivas y miembro de Pivotes, no le queda tan claro que sea necesario. “Lo que el gobierno se tiene que preguntar es cómo están las pensiones hoy. Porque las tasas de reemplazo de los actuales pensionados, con PGU, es de un poco más del 80%, es alta”, explica Cabezón, dejando atrás la idea común de que las pensiones son bajas, las que sí lo serían en monto, pero no en tasa de reemplazo.
Desde el mundo político, la discusión ha estado más bien cerrada a interpretar el plebiscito de septiembre y si la gente quiere o no ese dinero en su cuenta individual. Pero en un mejor análisis, el diputado Mauro González (RN) asegura que “ese dinero tiene que ir en gran parte a las cuentas individuales de cada trabajador, de manera que puedan gozar directamente de la rentabilidad que vaya a generar esa cotización adicional a largo plazo, que además es con cargo al empleador”.
Para el diputado Diego Ibáñez (CS), “se dice mucho que el 6% es una especie de robo o expropiación. Hay quienes inventan argumentos solo para defender el negocio de las AFP”.
Según el proyecto del Ejecutivo, esa plata, al ser usada, pierde la posibilidad de crecer y solo recibe un rentabilidad ficticia definida por el Estado, de acuerdo al modelo sueco, que no solo es menor, sino que no siempre se mantiene como quedó establecida al principio.
Como la plata no entra al mercado financiero, ganan los pensionados, pero pierde el actual trabajador, porque de esa plata va a recibir menos.
Al diputado González le preocupa, de paso, “no tener ninguna certeza de estos nuevos entes estatales que van a entrar a la administración”.
Pero la gran duda de los actuales trabajadores puede ser si esa plata, aunque ya asumido que tendrán una menor rentabilidad, estará ahí cuando se jubilen y la necesiten. “En Suecia, el sistema evalúa la sustentabilidad del fondo, y si prevén que la plata no va a alcanzar para pagar la promesa de jubilación, bajan la previsión y bajan también las pensiones. El gobierno (de Chile) dice que este es un seguro y no es así”, matiza Cabezón.