Publimetro Chile

Love, Pamela

Guardiana de su historia real

- Daniel Pérez Pavez*

LMemorias de una sex-simbol.

Anderson fue la estrella que encandiló hace 3 décadas en “Guardianes de la bahía” y ahora lanza su libro biográfico para contar en primera persona cómo su carrera saltó del erotismo a Broadway.

a presencia de Pamela Anderson en Broadway para protagoniz­ar la obra “Chicago” tuvo toda la estridenci­a mediática necesaria para actualizar en la vitrina popular a la actriz de 65 años que, hace tres décadas, se graduó de sex-simbol en la serie “Guardianes de la bahía” como la salvavidas

C. J. Parker, luego de despuntar en Playboy. Y que, desde entonces, intenta explicar que nunca buscó aquella fama que aún la persigue como una sombra.

Baywacth fue la serie más vista del mundo, se exportó a 140 países y puso en la memoria colectiva la imagen de esa mujer voluptuosa de traje de baño rojo que entonces no renegaba de su reinado en el erotismo. Con el paso el tiempo y la vida, Pamela puso pausa a esa vorágine y ahora garantiza que está “lista para ver de lo que soy capaz. Por ‘Chicago’ pondré todas mis cartas sobre la mesa”, en referencia a la obra que reactivó su fama.

Luego de la pandemia vendió su casa de Malibú y retornó a su pequeño pueblo natal en la isla de Vancouver, donde vive sola y construyó la base de un prometedor libro autobiográ­fico. Sus hijos Brandon y Dylan Lee, que ya son adultos y viven en Los Ángeles, aprobaron su idea de lanzar la novela de memorias “Love, Pamela” puesto a la venta en paralelo de una biopic de streaming en Netflix.

Se trata de un texto que incluye poesía –su pasióncon una prolija cronología “de principio a fin, de lo primero que recuerdo hasta lo último”, según precisa.

En tanto, el año pasado se lanzó “Pam & Tommy”, la serie de Hulu que narra la historia no oficial de su vida y matrimonio con Tommy Lee, baterista de Mötley Crüe y padre de sus hijos. Su éxito rotundo se fundamentó en incluir un video casero erótico. Pero incluso antes de esa cinta de tono sexual, “Pamela Anderson” fue sinómimo de sexo y era uno de los términos más buscados en internet e, incluso, en 2000 Guinness la nombró la “estrella más descargada” de la historia.

Muchos de sus contratos incluían “cláusulas Pamela” con sus condicione­s y después vinieron los productos como la Barbie Baywatch o la Pammy-Cola. Su rostro y su cuerpo se multiplica­ron en el merchandis­ing, aunque antes se sintió utilizada: “Yo era una chica pequeña de Canadá que llega y se pone a correr por la playa. Y es que, ¿cómo ibas a pensar que eso daría algún dinero?”, revela en el libro.

Como sea, Pamela recorrió el camino a conciencia y en su libro asume, al fin, que “suponer que todo eso de ser un sexsymbol es parte del concepto que la gente tiene de mí. Y ya no es algo que esté intentando cambiar”.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile