Qué se debe hacer para que los estudiantes tengan un exitoso año escolar
No faltar a clases desde el primer día es esencial, pues les permitirá a los alumnos adaptarse de manera paulatina, y al mismo tiempo que sus compañeros, a un nuevo 2024 académico.
“Marzo es el mes en el que los ausentes crónicos tienen un mayor porcentaje de asistencia, que va disminuyendo a lo largo del año. Si no logramos que los escolares vayan al colegio en marzo, más difícil será que lo hagan durante el resto del año”.
REBECA MOLINA Fundación Educacional Presente
Aunque según lo establecido por el Ministerio de Educación, Mineduc, el ingreso de los estudiantes a los colegio será el martes 5 de marzo, son muchos los establecimientos particulares y subvencionados que adelantan el retorno a las aulas para este semana.
Y en medio del ajetreo propio de los días previos al siempre estresante inicio del año escolar -con compras de útiles y uniformes, una cuota de normal nerviosismo, coordinaciones varias y el casi inevitable caos de las mañanas-, bien vale la pena detenerse un momento para darle vuelta a la mejor forma de afrontar el desafío de estar en un nuevo curso, ojalá bajando la tensión.
Rebeca Molina, directora ejecutiva de la Fundación Educacional Presente, sugiere tanto a los estudiantes como a sus familias que retomen de manera amable y paulatina los vínculos con la comunidad y el ritmo del colegio, pero que los escolares no dejen de ir a su escuela.
Esta fundación trabaja desde hace una década promoviendo los beneficios de la asistencia a clases y, por eso, alerta que marzo es un mes clave en ese sentido y que preparase con anticipación puede hacer la diferencia para que 2024 sea exitoso y no se repita lo de 2023, otro año con altos índices de ausentismo escolar.
“Existe un patrón claro que se presenta todos los años: marzo es el mes en el que los ausentes crónicos tienen un mayor porcentaje de asistencia, que va disminuyendo a lo largo del año escolar. Si no logramos que los niños y las niñas vayan al colegio en marzo, más difícil será que lo hagan durante el resto del año”, explica Molina.
Y agrega que “durante las vacaciones de verano se producen pérdidas de aprendizaje y muchos estudiantes dejan de ver a sus compañeros. Por eso en los primeros días los colegios hacen jornadas que permiten a los alumnos retomar el ritmo escolar de manera gradual y amable. Perder estos días puede generar un rechazo hacia la escuela, dado lo abrupto del cambio”.
“Terminamos 2023 con altos índices de ausentismo escolar. Ello es responsabilidad de todos, profesores, directores, estudiantes. Pero, por sobre todo, es tarea de padres y apoderados enviar a los estudiantes al colegio. Hay muchos aprendizajes en juego y si ellos no van a clases, tienen mucho que perder”, señala.
Recomendaciones
Y para enfrentar este nuevo inicio de año escolar con motivación
y energía, la Fundación Educacional Presente entrega nueve consejos.
1.- Prepararse emocionalmente.
Muchos escolares se sienten nerviosos y ansiosos con la vuelta a clases, por lo que se recomienda conversar con ellos sobre sus emociones. Hay que preguntarles cómo se sienten, motivarles, escuchar sus preocupaciones y contarles anécdotas divertidas sobre el
colegio. Esas son estrategias que les ayudarán a manejar el estrés.
2.- Ajustar las rutinas.
Es difícil pasar de los meses de verano con horarios flexibles a la rutina de la temporada escolar, por lo que se recomienda ajustar de manera progresiva y con antelación el horario de sueño entre dos y tres semanas, adelantando media hora cada semana. De esa manera se asegura un sueño reparador y que
no sea tan difícil levantarse los primeros días.
3.- Enseñar a los hijos habilidades de organización.
Cuando los niños son organizados, se mantienen concentrados más fácilmente que cuando están buscando las cosas y no saben dónde las tienen. Tener los materiales necesarios en la mochila y un espacio ordenado y tranquilo en casa para hacer las tareas, y enseñarles a usar un calendario para organizar la semana los ayudará a ganar habilidades de organización necesarias para la escuela y para la vida.
4.- Organizar la logística escolar.
Se recomienda al menos una semana antes del inicio de clases tener claro cómo se irá el hijo o la hija al colegio, y cómo regresará a casa. Ya sea transporte escolar, transporte público, en bicicleta, caminando o por medio de turno con otros apoderados, es importante que el escolar sepa con quién volverá a casa y el lugar donde debe esperar a la salida de clases.
5.- Llevar al hijo a conocer el colegio.
En el caso quienes entran al colegio o al jardín infantil por primera vez, o de estudiantes que se han cambiado de establecimiento, es bueno llevarlos a conocer el centro educativo antes de que comiencen las clases, para bajar el nivel de ansiedad.
6.- Darle importancia a cada nivel educativo.
Ya sea que el hijo entre a kínder, primero básico o primero medio, se debe dar importancia a cada uno de los niveles educativos, pues todos son diferentes y en cada uno de ellos se logran aprendizajes significativos para la vida.
7.- Proponer metas y objetivos.
Marzo es un buen momento para fijar lo que se espera del año escolar. Por ejemplo, aprender a leer o inglés, mejorar las notas en matemáticas, etc. Esto permitirá que los niños empiecen las clases con más energía y entusiasmo. Pero también es importante centrarse en el proceso y no sólo en el resultado.
8.- Comprar con tiempo.
Hay que involucrar a los escolares. Se recomienda comprar el uniforme (si corresponde) y los útiles escolares con anticipación, para tener tiempo de etiquetar lo necesario y estar con todo listo para el primer día de clases. También se sugiere hacer partícipes a los niños de este proceso, para que ellos por escojan el diseño de los cuadernos o un nuevo estuche.
9.- Control de salud y vacunas al día.
Antes de que empiecen las clases, es importante asegurar que el niño o la niña tenga todas sus vacunas al día. También es recomendable realizarles controles auditivos y visuales para asegurarse de que escuchan y ven bien, evitando así potenciales problemas de aprendizaje y/o comportamiento por problemas en la vista o en el oído.