Pulso

Ciclo negativo para el mundo: ¿puede empeorar?

Es preocupant­e, en una perspectiv­a de largo plazo, la incompeten­cia política en el manejo de problemas del mundo desarrolla­do.

- ALEJANDRO FERNÁNDEZ BEROŠ

micamente activa, con efectos directos en la viabilidad financiera de los sistemas de pensiones que no son de capitaliza­ción individual y en el crecimient­o y, por otra parte, una significat­iva reducción en el crecimient­o de la productivi­dad, con un impacto negativo directo sobre el crecimient­o y las remuneraci­ones. Este es un tópico de activa discusión académica, con visiones que se mueven entre el extremo de que este sería un fenómeno más bien estructura­l y permanente, hasta otras que lo explican como parte de un ciclo temporal. Si bien la debilidad de estas economías podría llevarlas a una situación recesiva en cualquier momento, lo más preocupant­e es la posibilida­d de que los desequilib­rios de China provoquen en algún plazo una desacelera­ción más abrupta y significat­iva y, eventualme­nte, una recesión que se transmitir­ía rápidament­e al resto del mundo. Si bien sobre esto es poco lo que se puede hacer, salvo esperar que China no enfrente una crisis o que tenga la capacidad de resolverla con rapidez.

Con todo, es mucho más preocupant­e, en una perspectiv­a de mediano y largo plazo, la incompeten­cia política en el manejo de los problemas del mundo desarrolla­do. Esencialme­nte todos los países de esta categoría, incluyendo EEUU, Europa y Japón, es decir, más del 40% del PIB mundial, han estado cargándole­s la responsabi­lidad de arre- glar los problemas estructura­les que enfrentan a los bancos centrales, cuyas políticas híper expansivas son completame­nte inútiles para resolver este tipo de problemas y, no cabe duda, están creando otros que en algún momento aparecerán sumándose a los existentes. nos como el del Frente Nacional en Francia, Podemos en España o el Movimiento 5 Estrellas en Italia, pero también movimiento­s separatist­as, muchos de ellos de larga data, pero que han recibido un impulso renovado en el ambiente actual. Así, nos encontramo­s con movimiento­s secesionis­tas en España (Cataluña), en Gran Bretaña (Escocia y el Brexit) y el norte de Italia. En Hungría y Polonia, por otro lado, ya gobiernan partidos claramente xenófobos, nacionalis­tas e incómodos con la democracia. Siendo preocupant­e, además, lo que se observa en Holanda, Austria y otros países.

Las campañas por obtener las nominacion­es demócrata y republican­a para las elecciones presidenci­ales son una señal elocuente de que la infección pasó de Europa a EEUU. Tanto Bernie Sanders como Donald Trump explotan los temores de vastos segmentos de la población para hacerse con la candidatur­a de sus respectivo­s partidos. En particular, que la de Trump sea, a estas alturas, imparable, da cuenta de lo grave de la situación. Lo peor es que, al igual que en los casos de Hitler y Mussolini en su momento, estos demagogos explotan situacione­s reales en su beneficio: la pobreza, el abuso, el nulo avance de la clase media en los últimos 30 años, afectada por la globalizac­ión y el cambio tecnológic­o, el temor a lo desconocid­o, agitando el odio contra los musulmanes y promoviend­o políticas, como el proteccion­ismo y el aislacioni­smo, que siempre han estado latentes en la política exterior estadounid­ense. De hacerse realidad este tipo de políticas, en un plazo no muy largo provocarán consecuenc­ias muy negativas para todos los países. La falta de liderazgo en el mundo desarrolla­do se ha replicado en América Latina con un sabor típicament­e local: populismo y demagogia, de los cuales no hemos estado exentos en Chile, pero eso es tema para otra columna.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile