Luis Oscar Herrera: “Estamos en proceso de evaluación de si el 3% de crecimiento potencial se sustenta o no”
—Señala que es prioritario volver a generar un ambiente favorable para la inversión, volviendo a legitimar el rol del sector privado. Si bien valora anuncios de Hacienda, dicen que pesan más, en contra, las reformas tributaria y laboral. —Para este año pr
EL economista jefe para la Región Andina de BTG Pactual y presidente de la unidad Asset Management de la entidad, Luis Oscar Herrera, prende una alerta sobre el futuro de la economía chilena, al señalar que no está claro que hoy el crecimiento potencial sea de 3% o menos que eso. Por lo mismo, hace un llamado para mejorar la productividad del país y aspirar a volver a expandirnos a tasas de 4%. También analiza el reciente IPoM del Banco Central (BC) y responde frente a las versiones que lo sindican como candidato para llegar al Consejo del instituto emisor, tal vez tan pronto como a fin de año.
En octubre del año pasado usted hablaba de una economía que ya había tocado fondo, creciendo entre 2% y 2,5%. ¿Qué pasó que ahora esperamos para 2016 un crecimiento menor que el de 2015?
—Durante el último trimestre hubo un deterioro importante de la situación internacional. Hubo una fuerte caída del precio del cobre, tuvimos también una pérdida de dinamismo de la economía mundial y más preocupación por el crecimiento de China. Ese fue el principal factor.
¿Y ahora sí ya habremos pasado el peor momento de este ciclo?
—Los riesgos están más cargados a lo negativo. Este escenario todavía cuenta con una visión de la Fed muy benigna y si no se da eso podríamos tener mucha más volatilidad. Además se siguen arrastrando los problemas de la economía china y eso también puede tener impacto en el precio del cobre. Con todo, la mayor parte de estos efectos ya los hemos absorbido y por ello es difícil pensar que habrá más ajustes a la baja, pero sí puede haber mayor volatilidad de la economía externa que impacte so-
bre las expectativas.
¿El crecimiento irá de menos a más?
—Faltan catalizadores para mejorar el crecimiento y, por ello, lo más probable es que tengamos un crecimiento plano. Quizás hacia fines de año estaremos creciendo en torno a 2%.
A nivel interno, ¿alguna nueva reforma podría afectar extra el crecimiento?
—Cuando se habla de las reformas y de la incertidumbre, o de los factores internacionales, son todos temas cíclicos que actúan sobre la demanda, pero todos ellos debieran ser por una vez o transitorios. Por lo tanto, lo que llama la atención de este ciclo es que ese rebote no se ha producido y por eso ésta es una desaceleración más estructural, por oferta, por temas de productividad. Por lo tanto, es necesario introducir reformas pro crecimiento.
¿Las que se han hecho hasta ahora no iban en esa dirección?
—Una reforma tributaria que sube los impuestos, a nivel incluso por encima de las tasas de la OCDE, no favorece la inversión. La reforma laboral, en la medida que el resultado es aumentar los salarios más allá de la productividad, tampoco va a ayudar a la generación de empleo.
¿Y cómo se combina eso con el discurso actual del Gobierno de preocupación por el crecimiento y, por ejemplo, con el paquete de medidas que acaba de lanzar?
—Celebro el anuncio. Hay que reconocer como un hecho positivo que se estén haciendo cosas, que no sólo sea un discurso.
¿Pero qué pesa más en el ambiente de negocios: las reformas estructurales o estas medidas?
—Ciertamente las reformas estructurales, como la laboral y la tributaria, tienen un alcance mucho mayor que estas medidas específicas, pero quiero rescatar que ha habido un cambio de discurso y eso respaldar- lo con medidas. Espero que no se quede ahí, sino que vengan muchos más anuncios en el mismo sentido.
En este aspecto, ¿está siendo suficiente la acción del ministro Rodrigo Valdés?
—Su principal acción ha sido de contención, de buscar equilibrios, de poner en la ecuación el crecimiento, pero está jugando de la mitad de la cancha hacia atrás, está defendiendo. Con estas últimas medidas ha salido a jugar un poco a la ofensiva en lo micro. En lo macro ha tenido un rol de traer realismo a las cuentas fiscales, de hacer los ajustes y marcar la línea de cuánto se puede gastar y cuánto no. —Si se cumplen las proyecciones del BC estaremos creciendo al 2% durante estos cuatro años, que es un crecimiento pobre. A esto hay que ponerle dos matices: el escenario externo que explica algunas décimas de crecimiento y, segundo, un tema de productividad que se arrastra por varios años. Dada esta evaluación, el énfasis debe estar enfocado en cómo generamos condiciones propicias para elevar la inversión y en esto no ayuda un aumento de impuestos. Después de la Reforma Tributaria quedamos amarrados para usar lo tributario como un instrumento pro crecimiento. Se debieron buscar alternativas con efectos más inmediatos sobre el crecimiento, pero también con una preocupación por los temas de equidad y pobreza.
¿Había caminos para avanzar en ambas direcciones, sin descuidar una por la otra?
—Sí había caminos y ciertamente una reforma educacional es parte de la respuesta para el largo plazo. Otro tema es si esta reforma era la adecuada para lograr eso.
En este contexto y pensando en el mediano plazo, ¿cuándo Chile po- Su nombre es uno de los que más surge para llegar al Consejo del Banco Central en el evento que Rodrigo Vergara renuncie a fin de año si no se le renueva el cargo de presidente. ¿Es una alternativa atractiva para usted?
—La próxima nominación para el Consejo, hasta donde yo sé, es en casi dos años (diciembre de 2017). Lo demás son especulaciones de la prensa. Ahora, ciertamente es una alternativa atractiva. Yo he estado vinculado al Banco Central más de 20 años de mi carrera profesional, por lo que siempre es una oportunidad atractiva.
En cualquiera de los casos, que haya un cambio este año como el próximo, en que le toca salir a Sebastián Claro, correspondería a un cupo de centroderecha. ¿Se inscribe en ese sector? dría volver a crecer al potencial, entre 3% y 3,5%?
—Yo creo que todavía estamos en proceso de aprender cuál es ese potencial.
¿No suscribe el 3%-3,5% del todo?
—Hoy hay un 3,5% de tendencia de mediano plazo y hay un 3% de potencial. La idea del 3% de potencial es que puede ser más bajo porque la economía está en un proceso de reasignación de recursos. Si eso fuera efectivo deberíamos tener una tasa de desempleo anormalmente alta porque hay mucha gente cambiándose de trabajo de un sector a otro, y no es un desempleo que uno pueda bajar rápido porque es necesario para que la gente se —Yo no suscribo la idea de que los cargos para consejero del Banco Central tengan que estar cuoteados por sector político. Lo que es relevante, es cuáles son los antecedentes técnicos de los consejeros. Creo que a la fecha todos los consejeros han cumplido con esos antecedentes y han desarrollado su labor técnica, independiente de cuáles son sus inclinaciones políticas.
¿Candidato al Consejo del BC?: “Es una alternativa atractiva”
A más 25 años de decretada la autonomía del BC, ¿perdió sentido esa representación de sensibilidades políticas y debiera convocarse simplemente a los mejores economistas posible?
—Al final siempre se ha cumplido ese requisito técnico, así que no ha sido un obstáculo a la fecha, pero eso va primero que simplemente una persona esté cuoteada. reubique. Yo no veo ese desempleo. No hay tantos síntomas de holgura, por lo tanto aún estamos en proceso de aprendizaje de cuál es ese potencial.
¿Pero eso significa que el potencial podría estar bajo 3%?
—Es una pregunta que todavía está abierta, para abajo. Estamos funcionando hoy con un crecimiento potencial más cercano al 3% que al 3,5% y en proceso de evaluación de si ese 3% se sustenta o no. Son malas noticias y por eso tenemos que preocuparnos de generar iniciativas que vayan en favor del crecimiento, más de estas agendas de productividad.
Dado eso, ¿su mirada es pesimis-