La Argentina está de vuelta
Es clave la aceptación de los votantes y mantener los lazos políticos con la oposición y sindicatos.
SEIS meses atrás Argentina elegía un nuevo Presidente. Luego de 12 años de Kirchnerismo, Macri da vuelta la página, levantando restricciones (“Cepo”), sincerando precios y tarifas, pagando deuda en default y realizando la colocación internacional de deuda más importante para un país emergente por más de US$ 16 mil millones. El optimismo quedó plasmado en la última emisión de bonos con tasas de interés (cupón) que van del 6.25% al 7.625% para plazos de 3 a 30 años. La demanda fue de 4 veces lo emitido. Pero para que esta transición sea exitosa la economía debe comenzar a crecer.
Argentina estuvo “fuera del mundo” la última década, con emisión monetaria, dólar cuasi-fijo y la prima de riesgo castigando valuaciones de activos, siendo catalogado en 2009 como país de frontera según MSCI. Renta fija y acciones reaccionaron positivamente ante el cambio. En renta fija encontramos atractivo en deuda doméstica y en las próximas emisiones en el mercado internacional de provincias y empresas. Los niveles de spreads de emisores argentinos se encuentran con diferenciales de 200 puntos base o más respecto de otros comparables. A pesar del rally, también en renta variable hay atractivo. De acuerdo a MSCI las compañías cotizan en 9,39 veces precio/utilidad (estimada a 12 meses), por encima de su promedio histórico de 8.44, pero bastante por debajo de América Latina que se sitúa en 14, e incluso Brasil (12 veces).
En términos de flujos de inversiones, uno de los catalizadores será la re-inclusión en los índices MSCI Latam y MSCI EM (esperada para 2017) y la mayor participación en los índices de deuda emergente. Todavía es prematuro cuantificar flujos para la economía real, necesarios para retomar el crecimiento. Esperamos incremento en préstamos de Multilaterales y acercamiento al FMI con finalidad de financiar planes de infraestructura.
Será relevante en esta transición la situación política y social. Dado el impacto negativo que implica normalizar una economía en caída, es clave la acep- tación de los votantes y mantener los lazos políticos con la oposición y sindicatos. Es un desafío enorme para Argentina, con la posibilidad de volver a un sendero de crecimiento sostenido y mejoras sociales. Mucho de esto dependerá de lo madura que esté la sociedad para afrontar estos cambios y la capacidad de ejecución del gobierno de contener la presión social y política.
El autor CIO Argentina, Compass Group.