Gobierno ve espacio para reponer pactos de adaptabilidad siempre que sea con sindicatos
Técnicos de Hacienda, Trabajo y Segpres empezaron ayer a trazar las primeras líneas para una ley corta. Senadores de la DC pidieron al ministro Eyzaguirre suscribir un protocolo de acuerdo.
Valparaíso.—
Menos malo de lo que se esperaba resultó ser para el Gobierno el fallo del Tribunal Constitucional (TC), que finalmente sepultó las aspiraciones para introducir con la Reforma Laboral la titularidad de los sindicatos en el proceso de negociación colectiva.
Así al menos lo transmitieron ayer los asesores jurídicos de los ministerios de Hacienda y del Trabajo a las autoridades, tras una primera lectura del texto de la sentencia que tiene 325 páginas.
“El fallo es complejo por su metodología y sus alcances jurídicos, pero hay algo que es positivo, no se pronunció respecto de la titularidad sindical en los pactos de adaptabilidad”, señaló una fuente del Ejecutivo.
Cabe indicar que a modo de anticipación a los efectos de la sentencia sobre el resto del articulado de la Reforma Laboral, el fin de semana el Gobierno envío un veto supresivo a los pactos especiales de
¿Qué ha pasado? El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, anunció que luego de una primera lectura del fallo del TC, hay espacio para reponer los pactos de adaptabilidad que fueron vetados por el Gobierno, siempre que sean entre sindicatos y empleadores.
¿Por qué ha pasado? En el Ejecutivo vetaron los pactos de jornadas especiales de trabajo, horas extras y jornadas pasivas, ante el riesgo de que fueran afectados por la inconstitucionalidad de la titularidad sindical. Sin embargo, el dictamen del TC no planteó alcances sobre esas materias. jornadas de trabajo, horas extras y jornadas pasivas. También vetó los quórum para negociar colectivamente.
Ante ese escenario, ayer en el Congreso el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, afirmó que se abrió la posibilidad de reponer los tres pactos de adaptabilidad que fueron vetados.
“No vemos que el Tribunal haya tocado de ninguna manera el hecho que los pactos de adaptabilidad puedan ser suscritos entre un empleador y un sindicato exclusivamente (...) lo vemos como una buena noticia en el sentido que es posible que podamos reponer los pactos en la medida que tengamos una interpretación, todos, junto con la oposición, de que éste es el caso, que los pactos de adaptabilidad son entre sindicatos y empleadores”, dijo Valdés.
Más temprano el jefe de las finanzas públicas, en una sesión en la Cámara de Diputados, fue categórico al señalar que “en el Gobierno existe la posición inamovible de que la contraparte de los pactos de adaptabilidad debe ser una institucionalidad permanente como los sindicatos”.
Dicha opción ya empezó a ser esbozada ayer en una reunión en La Moneda entre la ministra del Trabajo, Ximena Rincón, y el titular de la Segpres, Nicolás Eyzaguirre, con sus equipos de abogados, para ser incluida en el proyecto de ley corta que será enviado en los próximos días.
Valdés enfatizó que los pactos de adaptabilidad “son algo
PROTOCOLO DE ACUERDO. La idea de reponer los pactos de adaptabilidad fue defendida ayer por los senadores de la DC en una reunión de coordinación de comités de la Nueva Mayoría (NM) con Eyzaguirre en Valparaíso.
Allí los parlamentarios de la falange también hicieron ver lo innecesario que fue la presentación de un veto supresivo, y pidieron al Gobierno llegar a un protocolo de acuerdo antes de enviar el proyecto de ley corta.
“En la ley corta debemos buscar un acuerdo político en la NM que permita retomar el espíritu original del proyecto, que es que pueda existir titularidad de las organizaciones sindicales en la negociación colectiva y que esta negociación a su vez pueda ser extensiva a quienes no están afiliados a los sindicatos. También es de toda lógica que los trabajadores que están en organizaciones permanentes se puedan poner de acuerdo con sus empleadores en jornadas especiales de trabajo. Ese equilibrio debe construirse en un acuerdo político”, dijo el senador y ex presidente de la DC Jorge Pizarro, quien estuvo en la reunión de comités.
Pizarro también desestimó la propuesta del PS y del PC de revisar otras normas del proyecto que han sido consideradas como concesiones al sector privado, como los servicios mínimos y el descuelgue. “No estoy de acuerdo, se podrían romper más los equilibrios con eso”, dijo el legislador.
En tanto, el senador socialista Juan Pablo Letelier calificó como una “aberración” el dictamen del TC y llamó a los empresarios a tomar en cuenta los efectos negativos que podría tener el fallo”.
“Hoy los empresarios tienen razones para estar muy preocupados. Cuando comprendan los efectos del fallo del TC, se van a dar cuenta que pueden tener negociaciones todo el año con diferentes grupos negociadores”, advirtió Letelier.
De cara a la ley corta, Letelier se mostró partidario de sancionar como práctica antisindical el abuso de los grupos negociadores para debilitar a los sindicatos.
Desde el PS, asimismo, emitieron una declaración pública donde criticaron el contenido del fallo del TC y confirmaron que apoyarán el veto y el proyecto de ley corta que impulse el Gobierno.