Bernardo Larraín tras impasse con ministro Pacheco: “Que la holgura energética por la que estamos pasando no nos haga bajar la guardia”
FUE una semana intensa la de Bernardo Larraín Matte, presidente de Colbún, la eléctrica del Grupo Matte.
El miércoles pasado, el empresario se enfrentó en una comentada discusión con el ministro de Energía, Máximo Pacheco, en el marco de un encuentro organizado por el Centro de Estudio Públicos (CEP). Larraín Matte se refirió a la necesidad de abrir el debate sobre avanzar hacia la autonomía de la Comisión Nacional de Energía (CNE). La respuesta de Máximo Pacheco no se hizo esperar, y junto con contestar cada uno de los puntos, consideró que era una “falta de respeto” dudar de la capacidad técnica de la CNE.
En conversación con PULSO, Larraín Matte aborda con mayor profundidad el sentido de su crítica. Eso sí, en esta entrevista no quiso abordar otros temas, como la colusión en el mercado del tissue que afecta a otra empresa ligada a su familia, la CMPC.
¿A qué apunta con la crítica que le hizo al Ministro de Energía Máximo Pacheco?
—Me parece tremendamente oportuno poner en debate que instituciones como la CNE avancen hacia entidades autónomas del Estado. Eso no implica decir que el funcionamiento actual adolece de un criterio técnico. Básicamente el sentido es: identifiquemos los desafíos futuros. ¿Por qué hoy día? Porque en el mundo se está discutiendo y en Chile también sobre la mayor complejidad en la coordinación de los sistemas eléctricos, y los que cumplen ese rol en Chile son la CNE, el coordinador, los agentes privados y ese es el sentido del comentario que hice. Y más pertinente es la discusión en el caso Chileno, porque se está discutiendo un cambio regulatorio muy relevante, que entre otras materias, contempla que la CNE asuma nuevos roles, los que se relacionan con nuevos desafíos y complejidades.
El Ministro respondió con mucha vehemencia, dijo que le parecía una “falta de respeto” decir que la CNE no fuera técnica. ¿Cree que el Ministro sobrereaccionó?
—Siempre, creo yo, por muchos logros que existan, y sobre todo en una institución que como el CEP convoca al mundo público, académico, privado y a la sociedad civil a de- batir, uno tiene que estar pensando en los desafíos futuros, y eso lleva a ver también el vaso medio vacío, vaso que aunque se esté llenando en materia energética, siempre crece. Y la forma de visualizar los desafíos futuros es debatiendo y expresando diferencias.
¿Qué pasa si entidades como la CNE o los CDECs no son autónomas?, ¿cuál es el riesgo?
—Más que existir un riesgo, se desaprovecha una oportunidad, porque en un mundo más complejo es más relevante que estas instituciones tengan una mirada a largo plazo, que sus resoluciones y decisiones no dependan de las personas que las ocupan, sino que dependan de su fortaleza institucional.
Esto no es una discusión ideología de más o menos Estado, es una discusión de qué tipo de Estado, en particular respecto de instituciones relevantes para la inversión en Chile, por eso hablo del SEA, de la institucionalidad de aguas y de la CNE. Esta independencia respecto a los ciclos políticos es relevante cuando uno piensa en decisiones y resoluciones que tienen horizontes de evaluación mucho más largo en entornos más complejos. Todo el mundo lo ha dicho: los gobierno duran cuatro años y las decisiones energéticas son para los próximos 20 años.
Y lo mismo se aplica para la institucionalidad de aguas, y el SEA. Es una discusión súper pertinente, además creo que en el marco de una discusión constitucional me parece un tema extremadamente importante discutir sobre qué instituciones del Estado deben ser autónomas y cuáles deben estar bajo el control gubernamental. Ese es el contexto de mi planteamiento.
¿El actual proyecto de ley que crea un nuevo organismo coordinador nacional le da ese carácter de autonomía?
—Es un desafío que hay que discutir. Uno ve distintos arreglos institucionales respecto a los coordinadores de un sistema eléctrico en el mundo, los hay privados controlados por los agentes del mercado, privados que no son controlados por los agentes del mercado, y tercero, los hay estatales. En los tres casos hay experiencias positivas y negativas, por lo tanto no es incompatible un coordinador estatal, como hoy se está planteando, con una gestión exitosa coordinando la operación del sistema.
¿Pero la hace más compleja?
—Lo que sería complejo es que por su independencia, que comparto, se transforme en una entidad muy académica, lejana de la operación del sistema. ¿Quién opera los distintos activos que componen el sistema eléctrico? Todos los agentes que tienen centrales de generación, líneas de transmisión y sistemas de distribución, agentes que van a ser mucho más diversos, con una mayor diversidad de tecnologías. El desafío es cómo lograr que esta institución mantenga en su gestión una debida coordinación con los agentes del mercado sin perder su independencia.
Dentro de los tres servicios que ha nombrado -CNE, CDEC y SEA, pareciera que la más necesita una reforma es el SEA. ¿Comparte esta opinión?
—En mi concepto la discusión es más genérica. En el contexto de cambios regulatorios importantes en la regulación eléctrica y de aguas, de una discusión constitucional, y de un necesario mayor protagonismo al crecimiento, es bueno abrir la discusión de la autonomía de instituciones fundamentales para la economía. Así como cuando se estableció que el Banco Central debería ser autónomo. ¿Hoy en día alguien discute las enormes ventajas de tener una institución autónoma como el Banco Central, por donde pasa la política macroeconómica de Chile, que requiere decisiones técnicas fundadas, discernimiento profundo, visión de largo plazo? ¿Por qué no decir lo mismo respecto de las instituciones por donde pasan el flujo real de inversiones de Chile? Insisto, no es una crítica, veo como una oportunidad de poner esta discusión en la mesa.
¿A su modo de ver tanto la CNE como la Sistema de Evaluación Ambiental debieran ser autónomos como el Banco Central?
—El Banco Central tiene autonomía constitucional. Insisto, creo que hay distintas formas de implementar la autonomía. La constitución puede establecer un precepto general. Sería interesante decir “mire, hay una cierta preferencia por un Estado compuesto por instituciones autónomas de los ciclos políticos”.
¿Por qué las mayores generadoras del país han expresado su preocupación ante la nueva regulación, y no los nuevos actores?
—No hablo desde el temor, hablo desde la oportunidad. ¿Alguien puede sostener que la discusión sobre el tipo de instituciones que queremos para el siglo XXI de la arquitectura económica de Chile no es relevante hoy? Es relevante, no estoy hablando desde el riesgo o del temor, estoy hablando de la oportunidad de hacer una discusión de modernización del Estado de Chile, en particular sobre aquellas instituciones que son relevantes para la economía.
Ayer también mostró su parecer sobre las cifras del ministro Pacheco. ¿Cuál ha sido el real aporte de este Gobierno en el aumento en la construcción de centrales?
—Mi comentario fue que estos proyectos, en particular los que están en construcción, son proyectos que tienen largo tiempos de desarrollo y por lo tanto más que sacarle la foto a cuántos MW están en construcción, también es interesante, y fue lo que dije, pensar cuáles son los