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EEUU: señales mixtas, pero el avance es claro

La evidencia de que el mercado laboral está muy cerca de la normalidad se sigue acumulando y ello influye sobre pasos de la Fed.

- VALENTÍN CARRIL

netos en abril, por debajo del promedio reciente de sobre 200 mil y por debajo de lo esperado por el mercado. Adicionalm­ente, se revisó a la baja, aunque marginalme­nte, la creación de empleos netos en los dos meses previos.

La interpreta­ción correcta de esta menor creación de empleos no es sencilla, sin embargo. Por un lado, hasta ahora ha sido claro que a mayor creación de empleos la noticia es mejor, pero con un desempleo ya cercano a su tasa natural lo que correspond­e esperar es que la creación de empleos baje a un nivel de largo plazo, el cual se calcula por debajo de los 100 mil, y que el crecimient­o de los salarios se acelere. Algo de esto último se reportó, ya que el crecimient­o de los salarios en doce meses pasó desde 2,3% en marzo a 2,5% en abril. Esta tasa se ha mantenido muy cercana al 2% desde la crisis de 2008-2009. Por lo tanto, de acuerdo con estos indicadore­s no es fácil concluir si el mercado laboral sigue mejorando o simplement­e fue un mes débil debido a la menor creación de empleos. Lo que sí es más seguro es que de continuar lo observado, una menor creación de empleos y un mayor crecimient­o de los salarios, la señal de normalizac­ión del mercado laboral sería cada vez más clara y eso aceleraría el esperado aumento de tasa de interés de referencia por parte de la Fed.

Finalmente y solo para complicar un poco más la lectura de las cifras, la tasa de desempleo ampliada solo bajó levemente en abril y llegó a 9,7%, todavía muy por encima de su nivel precrisis, el cual estaba por debajo del 9%. Esto podría deberse a que aún existe holgura en el mercado laboral, principalm­ente por la existencia de cerca de un millón y medio de personas que trabajan jornadas parciales y preferiría­n trabajar jornadas completas, o bien a un cambio estructura­l en el mercado laboral debido a que las nuevas tecnología­s permiten trabajar jornadas parciales con mayor facilidad y, por lo tanto, esta cifra cercana a 10% sería la “nueva normal” de este indicador. Por supuesto, la implicanci­a de la interpreta­ción correcta de esta última cifra para efectos de estimar la trayectori­a futura de la tasa de referencia de la Fed es opuesta. creación neta de empleos fue de 2,8 millones en doce meses, es decir 233 mil al mes promedio. El número de cargos disponible­s es de 5,8 millones, lo cual es muy cercano a su máximo reciente, y si consideram­os que la actual tasa de desempleo oficial tanto en marzo como en abril refleja 7,9 millones de personas, se puede concluir que salvo por problemas “friccional­es” 3/4 de los actuales desemplead­os podrían acceder a un empleo a muy corto plazo. Esta relación no alcanzaba estos niveles desde la crisis. Si bien los problemas llamados friccional­es siempre existen (se refieren, por ejemplo, a que hay empleos disponible­s en una zona del país pero personas desemplead­as en otra zona y cambiar de ciudad puede tener costos suficiente­s como para que la persona prefiera no hacerlo pese a que signifique seguir desemplead­o, etcétera), por lo que el cálculo es solo teórico, su mejora muestra que el mercado laboral no parece estar muy lejos de su equilibrio.

En conclusión se puede afirmar que la evidencia de que el mercado laboral de EEUU está muy cerca de su normalidad se sigue acumulando, lo que tendería a sugerir que la Fed aumentará su tasa de interés de referencia en un futuro relativame­nte cercano. Sin embargo, en estas circunstan­cias toma mayor relevancia el indicador de inflación subyacente PCE, el cual contrario a lo que se esperaría dado el continuo avance del PIB y mayor normalidad en el mercado laboral, bajó desde 1,7% en marzo a 1,6% en abril. De hecho, el mercado ya ajustó su expectativ­a de alzas de tasa de referencia para este año a una o dos, comparado con las cuatro alzas que se esperaban hacia finales del año pasado.

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