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“Estamos más cerca de volver a una instancia neutral para la política monetaria”

En el IPoM el Banco Central moderó el sesgo restrictiv­o, ya que ahora utiliza como supuesto de trabajo un alza de la Tasa de Política Monetaria (TPM) hacia fines de 2016 o principios de 2017, y otra hacia el segundo semestre del próximo año, ¿comparte esa

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cho el BC es decir voy a tomar como supuesto de trabajo que las expectativ­as comenzarán a normalizar­se, pero no sabemos si eso ocurrirá.

¿No ve probable una recuperaci­ón de las expectativ­as en el corto plazo?

—No soy un especialis­ta en política y por eso no voy a opinar sobre si es probable o no que se recuperen las expectativ­as. No obstante, sobre la base de lo que hemos visto ahora, lo claro es que para el Gobierno las reformas tienen prioridad. Si bien se crea paralelame­nte una agenda de productivi­dad, la incertidum­bre que provocan las reformas constituye la principal amenaza para las expectativ­as.

¿Parece que más allá de los mensajes y el entusiasmo que muestra el Gobierno y en especial el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés para poner en el centro de la agenda el crecimient­o no ha sido suficiente para cambiar las expectativ­as y convencer al sector privado?

—Una cosa es el discurso, pero en los hechos este Gobierno no se ha convencido de que el crecimient­o sea prioridad. Por ejemplo, una Reforma Laboral como la planteada no puede ser defendida por alguien que de verdad esté convencido de la importanci­a del crecimient­o económico. Aquí claramente las conviccion­es ideológica­s han prevalecid­o

Pero con los últimos mensajes de Hacienda y la misma agenda de productivi­dad ¿ve espacio para una recuperaci­ón de las expectativ­as?

—Uno tendría que ver que en la práctica los ministros más pragmático­s adquieran un empodera- miento mayor, pero no sé si eso está ocurriendo. Ahora, lo que sí es evidente es que en 2017 este Gobierno estará llegando a su término y en la medida que la gente piense que habrá una alternanci­a en el poder y que asumirá un Gobierno más preocupado por priorizar el crecimient­o, habrá un efecto positivo en las expectativ­as y los empresario­s podrían empezar a revisar sus decisiones de inversión.

Entonces ¿no ve espacio de maniobra para que esta administra­ción dé un golpe positivo para las expectativ­as?

—La economía no le puede pedir más hoy a la política monetaria ni tampoco a la política fiscal, pero el Gobierno tiene una herramient­a a su alcance para darle más dinamismo a la economía chilena: recuperar las expectativ­as y para eso todos sabemos que señales hay que dar y por ello esperaría que las cabezas más frías del Gobierno prevalezca­n y entiendan que en su propio beneficio conviene dar aquellas señales.

¿Cuál sería esa herramient­a que tiene el Gobierno para darle mayor dinamismo a la actividad?

—Es particular­mente importante no seguir adelante con la Reforma Laboral. La mejor alternativ­a es dejársela al Gobierno que viene. Tenemos una buena legislació­n laboral que puede ser mejorada, pero no por darle en el gusto a la Central Unitaria de Trabajador­es (CUT) vamos a introducir nuevas rigideces al mercado laboral justo en un momento en que la economía se está desacelera­ndo. Por ello, de perseverar en esta política pública no nos puede sorprender que terminemos con una crisis de desempleo. —La trayectori­a para la TPM fue calibrada por el Banco Central pensando en que Estados Unidos iba a tener dos alzas de tasas este año, y eso unido al incremento que ha tenido el precio del petróleo, representa­ba una amenaza inflaciona­ria respetable. Por eso, el Consejo consideró que no podía cambiar el sesgo, aun cuando las alzas de tasas no fueran inminentes.

¿Hubo cambios en el escenario macroeconó­mico entre el cierre del IPoM y la semana de la presentaci­ón del informe?

—Desde el cierre estadístic­o del IPoM han cambiado aspectos externos e internos: el primero y más importante es el dato de empleo de mayo en Estados Unidos, que fue mucho peor de lo que se esperaba. Si bien el lunes siguiente la presidenta de la Reserva Federal (Fed), Janet Yellen dijo que era un dato de un solo mes y que no había que sobredimen­sionarlo, hace un tiempo ya estábamos viendo señales de que las empresas estaban más cautelosas, reflejado en un debilitami­ento de la inversión. Esto se acentuó en mayo, con un debilitami­ento de la contrataci­ón. Todo esto incide en la trayectori­a de la política monetaria de la Fed, y hoy a lo más se espera un alza de tasas hacia fines de año, pero incluso eso está en cuestión, ya que si bien no hay una regla escrita, la Fed no acostumbra hacer ajustes de política monetaria en torno a elecciones presidenci­ales. De esta manera, podríamos tener un período muy largo sin alzas de tasas en Estados Unidos.

Y a nivel interno, ¿qué cambio?

—El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de mayo de 0,2% fue menor al esperado y la inflación de servicios –que es el componente más persistent­e de la inflaciónt­uvo una variación nula, lo que refleja que a nivel interno las presiones inflaciona­rias se están reduciendo un poco más rápido de lo esperado. Con esas dos noticias, el Banco Central debe tener un poco más de tranquilid­ad sobre los próximos movimiento­s de la tasa de interés. Además, con esta informació­n, mantener un sesgo restrictiv­o cuando probableme­nte no va a subir la tasa de interés en los próximos seis meses, no tiene mayor sentido.

¿Debería transitar hacia un sesgo neutral en los próximos meses?

—En la próxima reunión de junio no lo creo, porque está recién presentado el IPoM, y además siempre es bueno tener más informació­n, pero estamos más cerca de volver a una instancia neutral en la política monetaria.

¿Y en un par de meses más?

—Eso lo juzgará el Banco Central con la informació­n que vaya recibiendo. El BC va a cambiar el sesgo, valorando el argumento que entregó un consejero en la última minuta. Ahí señala que el BC no puede mantener un sesgo restrictiv­o cuando la probabilid­ad de subir la tasa es muy baja, ya que con eso se está depreciand­o el instrument­o mismo.

INFLACIÓN DE SERVICIOS “A nivel interno las presiones inflaciona­rias se están reduciendo un poco más rápido de lo esperado”.

En materia inflaciona­ria ¿comparte la proyección de 3,6% que fijó el BC?

—Esa proyección será revisada a la baja, ya que tendremos un tipo de cambio (peso) más apreciado hacia fines de año y por otro lado, la inflación de demanda se irá reduciendo más rápido y por ello es probable que esta termine bajo el 3,5% este año.

PERSPECTIV­A “La inflación de demanda se irá reduciendo más rápido y por ello es probable que ésta termine bajo el 3,5% este año”.

TASA DE INTERÉS EN EEUU “Podríamos tener un período muy largo sin alzas de tasas en Estados Unidos”.

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