Descentralización y elección de intendentes
Avanzar en un mayor control de las propias regiones respecto de su agenda de desarrollo y presupuestos no necesariamente exige la elección directa de los líderes de ellas.
DURANTE LOS últimos días, el ministro del Interior, Mario Fernández, ha reactivado la agenda de descentralización del Gobierno, proyecto que incluye la elección directa de intendentes. La premura de las conversaciones radica en que el Gobierno apunta a tener tales elecciones el próximo año. Respecto de la discusión, los puntos más debatidos se centran en la mayoría absoluta que pretende instalar el Ejecutivo en la elección de intendentes -lo que es visto como un intento de mantener en el poder a los grandes partidos- y el traspaso de competencias y recursos a las regiones, materia que se discute en paralelo. Pese a que aún persisten muchas dudas respecto de esta agenda, el proyecto pareciera no apuntar en el sentido correc- to. Avanzar en mayor control de las propias regiones respecto de su desarrollo y presupuestos, no necesariamente pasa por la elección democrática de sus líderes. Mientras presupuestos e inversiones sigan siendo discutidos de manera centralizada, poco puede aportar una autoridad elegida que no maneja recursos. Además, es relevante analizar potenciales conflictos presupuestarios y políticos que enfrentaría una autoridad regional elegida que no pertenezca a la coalición de Gobierno. Si el Ejecutivo quiere avanzar en la descentralización, lo primero es transferir competencias. Esa debería ser la agenda y no mezclarla con una discusión política -como la elección de intendentes- cuya resolución, implicancias y alcance son inciertos.