Turquía remueve a 40% del alto mando de las Fuerzas Armadas
El Presidente Erdogan destituyó a generales y almirantes con el fin de traer “sangre nueva” al cuerpo militar.
—Turquía no pretende descansar en su lucha por remover a cualquier persona posiblemente vinculada con el acusado de haber planeado el fallido golpe de Estado, Fethullah Gulen. Y es que ahora el Presidente Recep Tayyip Erdogan ordenó la remoción de 1684 miembros del Ejército turco. La decisión fue tomada, ya que según el mandatario, el segundo Ejército más grande de la OTAN, necesita “sangre fresca”.
Dentro de quienes fueron removidos de sus cargos se encuentran los altos mandos del cuerpo militar: el grueso pertenece al Ejército de Tierra, con 87 generales, 726 oficiales y 256 suboficiales expulsados. También fueron obligados a dejar su cargo 32 almirantes y 122 oficiales y suboficiales de la Marina, así como 30 generales de las Fuerzas Aéreas junto a 431 cargos inferiores. Además, luego del anuncio, que coincidió con el Consejo Supremo Militar anual, dos importantes generales renunciaron a sus puestos: el jefe del ejército de tierra, Ihsan Uyar, y el jefe del comando de entrenamiento y doctrina, Kamil Basoglu, en protesta por la desvinculación masiva que se está llevando a cabo.
El Consejo Supremo Militar, que estaba previsto para agosto, fue adelantado y abordó el fallido intento de golpe de Es-
¿Qué ha pasado? 1.684 miembros del Ejército de Turquía fueron destituidos de sus cargos, por el presidente Erdogan.
¿Por qué ha pasado? El mandatario de Turquía quiere desvincular a todos quienes puedan tener relación con Fethullah Gulen, el posible sospechoso del fallido golpe de Estado.
¿Qué consecuencias tiene? Se pretende reconstruir el cuerpo militar del país, lo que generaría, en un principio, debilidad en la seguridad frente a posibles amenazas.
¿A qué se suma? Esta decisión viene a sumarse a la masiva purga política que ya lleva cerca de 60.000 profesionales como víctimas, y que esta semana decidió clausurar más de 130 medios de comunicación. El primer ministro de Turquía Binali Yildirim, junto a los máximos dirigentes de las Fuerzas Armadas.
tado, una nueva estructura militar, el posible ascenso de al menos 91 oficiales, y los últimos despidos al interior del ejército.
El Consejo, que se realiza todos los años y que generalmente tiene una duración de tres días, este año sólo duró uno. En el Consejo participan los máximos comandantes militares y el jefe del Gobierno y es la primera vez que participa, además, el ministro de Defensa. También es la primera oportunidad en la que el encuentro se realiza en las oficinas del primer ministro, en lugar de convocarse en el cuartel general del ejército.
No sólo fueron destituidos miembros del Ejército en esta purga que afectó a las fuerzas militares, sino que también el mandatario turco ordenó mediante un decreto, el cierre de todos los institutos militares y la reestructuración de las escuelas de guerra. Tras la publicación oficial del decreto ayer, todos los cadetes serán transferidos a escuelas ordinarias.
QUÉ PASARÁ. “Esto significa que el ejército se verá disminuido en términos de capital humano, pero también con
todo lo que está pasando el ejército está perdiendo honra”, señala Ege Seckin, analista político en IHS Markit. Agrega que “esto hará que el Ejército se vea disminuido para lidiar con las múltiples amenazas a las que Turquía se enfrenta ahora, como la campaña del Estado Islámico, y con la lucha interna que se está desarrollando al este del país con los separatistas del Partido de los Trabajadores del Kurdistán”.
Luego del Consejo, se anunció que los máximos dirigentes de las Fuerzas Armadas de Turquía, quienes fueron tomados como rehenes durante el 15 de julio, mantendrán sus cargos, lo que habla de la intención del gobierno de trabajar con la cúpula militar para reformar la institución. 99 coroneles fueron ascendidos a posiciones de generales y almirantes, mientras que el mandato de 20 generales se extendió por un año, luego del Consejo Supremo Militar.