El impacto de la depreciación del peso mexicano
La moneda ha perdido 22% frente al dólar en los últimos 18 meses.
EL PESO mexicano (MXN) acumula una devaluación frente al dólar de 22% en los últimos 18 meses. Este año en particular ha sido la segunda divisa latinoamericana más devaluada después del peso argentino, en un escenario en donde las divisas emergentes se han venido apreciando en los últimos seis meses.
Entre los principales factores que han impactado el comportamiento de la divi- sa mexicana están:
i) El MXN es una de las divisas más líquidas del mundo emergente (~US$ 130 billones al día), por lo que ha sido utilizada como mecanismo de cobertura antre riesgos globales.
ii) El temor al inicio de un ciclo restrictivo por parte de la Reserva Federal, que haría más atractivas las inversiones en renta fija en ese país provocando salidas de capital de países como México
iii) La caída sostenida en los últimos años en los precios del petróleo que ha elevado el nerviosismo respecto a las finanzas públicas del estado mexicano.
Adicionalmente, el hecho que Donald Trump se haya convertido en el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos ha provocado algo de nerviosismo adicional respecto al impacto que podría tener en México su posición radical con respecto a la inmigración y a los tratados de libre comercio (en particular el NAFTA), y este nerviosismo se refleja a través de mayor volatilidad del MXN en los últimos meses.
Pero a pesar de lo que podría pensarse, la devaluación no parece haber sido tan mala para la economía mexicana en general, y particularmente para el consumo en México que sigue muy robusto. Por un lado, las remesas se han visto beneficiadas por la depreciación del MXN y ya alcanzan los US$25 billones, cifra similar a la Inversión Extranjera Directa en México del último año; y por otro lado la depreciación del MXN ha resultado en una mayor competitividad a nivel mundial del sector industrial de México.
Entonces, ¿no hay nada de qué preocuparse? Aunque hasta el momento el impacto negativo ha sido limitado, hay que estar alerta porque una depreciación del MXN acelerada y sostenida en el tiempo podría contaminar las expectativas de inflación, y por consiguiente traducirse en un ciclo monetario más restrictivo que le ponga freno al buen momento que vive el consumo y la economía.
El autor es CIO Compass Group México.