París: a un año de los atentados
EL DOMINGO 13 de noviembre será una fecha particularmente especial para Francia, pues se cumplirá un año de la que fue una de las jornadas más horrorosas y violentas que se han vivido en ese país. La conmemoración, que se podría ver eclipsada por los resultados de las elecciones en EEUU, estará marcada por el recuerdo de millones de franceses que fueron testigos del denominado 13-N. Hace un año, París se vio estremecido por una serie de atentados terroristas organizados y reivindicados por el Estado Islámico (EI). Por desgracia, la barbarie terrorista no se detuvo ahí. Esto quedó demostrado el 22 de marzo en Bruselas, con atentados en el aeropuerto internacional y el Metro, y el 14 de julio en Niza. Ahora, el EI enfrenta lo que podría ser su primera gran derrota: la recaptura de la ciudad de Mosul, la segunda más importante de Irak después de Bagdad. Un bastión que la milicia liderada por Abu Bakr al Bagdadi está intentando mantener bajo su control a cualquier precio, a pesar del avance -lento, pero constante- del Ejército iraquí y los combatientes kurdos. Desde el inicio de esta ofensiva, las agencias de inteligencia han previsto la posibilidad de que EI intente contraatacar con nuevos atentados. Si Mosul es liberada, el Estado Islámico habrá perdido no sólo su principal enclave en Irak, también el control de la urbe en la que proclamó el nacimiento de su califato. La recaptura de Mosul obligaría al EI a redestinar a casi todos sus combatientes a defender sus restantes posiciones en Irak (menos importantes, por cierto) y en Siria, sobre todo en Raqqa, capital de su califato. Es probable que el domingo 13 Francia se llene de recuerdos y discursos sobre la importancia de no vivir con miedo. Una dolorosa conmemoración que recordará que, a pesar de todo, la herida ha ido cicatrizando. Pero sobre todo será una oportunidad para señalar que el comienzo del fin del Estado Islámico se inició.