Luis Eduardo Bresciani: “Necesitamos una nueva agenda de conectividad enfocada en las personas”
terior. Mientras, el total de vehículos contabilizados en los pórticos de las autopistas urbanas aumentó 8%, superando los mil millones de transacciones.
En tanto, el tráfico total de pasajeros en aeropuertos aumentó 11,4%, y el flujo internacional de carga, 27,1% durante el mismo periodo. Desde Copsa aseguran que el mejoramiento tanto de la Ruta 5 como de las vías transversales, además los corredores bioceánicos está entre los desafíos de conectividad más importantes.
“Tenemos que trabajar fuertemente y desde ya. No podemos seguir esperando, ya sea en rutas alternativas a las actuales vías concesionadas, que tendrán que hacerse por concesión, porque claramente el Estado chileno no tiene los recursos para abordarla, y también en la ampliación de las actuales rutas, especialmente las conurbaciones Santiago-Valparaíso-Rancagua y Concepción-Talcahuano-Penco”, explica Juan Eduardo Saldivia, presidente de Copsa.
Estas obras no sólo brindarían la posibilidad de mejorar la infraestructura de movilidad entre las principales ciudades del país, sino que posibilitarían el mejoramiento de otras conectividades, como es el caso de las redes de electrolineras e impulsar otros medios de transporte sostenible.
“Actualmente existen 12 puntos de carga en lugares estratégicos de la capital y uno en Viña
del Mar. Esta red permite surtir de energía a los vehículos 100% eléctricos que circulan por Santiago, pero es importante seguir ampliando la red de electrolineras para asegurar de mayor manera la autonomía de los autos eléctricos”, manifiesta Andrea Veiga, gerente de Marketing Corporativo de BMW Chile.
Este concepto se desarrollaría dentro del marco de una agenda proactiva de conectividad, que considere este tema dentro de la planificación nacional y que permita mejorar la movilidad desde una perspectiva sostenible.
“Hay que entender el problema del transporte como un problema de movilidad sustentable y allí es donde hay que llevar a las regiones este concepto con más fuerza”, dice Cristián Bowen, ex subsecretario de Transportes y Telecomunicaciones.
Desde el mundo inmobiliario aconsejan que cada región sea evaluada de acuerdo a sus propias características productivas y cotidianas, para definir cuál es la estrategia de flujos que mejor funcione tanto internamente como con otras regiones.
“El trabajo conjunto entre lo público y lo privado, asegurando una correcta implementación de sistemas viales y de transporte, es la única manera de que todos pensemos en ciudades a largo plazo, con fines comunes. Ese es el desafío”, afirma Enrique Joglar, gerente de desarrollo de inmobiliaria INDESA. — El presidente del Consejo Nacional de Desarrollo Urbano ( CNDU), Luis Eduardo Bresciani, habla sobre la dimensión de integración y equidad social que tiene el concepto de conectividad, además de destacar que se necesita de una nueva agenda en esta materia y la creación de la figura de un gobierno metropolitano para hacer frente a lo que viene.
De cara al futuro, ¿cuáles son los principales desafíos de conectividad que enfrenta el país?
—Concentrar la inversión de infraestructuras para la movilidad en lugares que hoy presentan los mayores niveles de segregación, con construcciones de alto estándar: metro, buenos sistemas de transporte público, espacios destinados a la movilidad peatonal y bicicleta. Además, se debe mejorar los niveles de proximidad de las actividades a los servicios, eso tiene que ver con políticas de localización de vivienda e integración social. También se debe entregar definitivamente a los gobiernos metropolitanos el control sobre la gestión del transporte público, quienes deben administrar estos sistemas y gestionar su planificación.
¿En qué consiste la visión que considera la conectividad desde la integración social y la equidad?
—Desde la perspectiva del de- sarrollo de las ciudades, lo que garantiza que la calidad de vida sea para todos es acceder a los beneficios que las ciudades generan en materia de empleo, innovación, acceso a servicios y oportunidades. Esas solamente se pueden materializar en calidad de vida en la medida que la ciudad permita el acceso de las personas.
¿Cómo se pueden garantizar mejores niveles de calidad de vida en las ciudades desde el punto de vista de la conectividad?
—Lo primero es el informe que le entregamos a la Presidenta en 2015, con medi- das orientadas a elevar los niveles de equidad de la ciudad, solucionar los problemas de desigualdad y segregación social que hoy existen. La segunda línea está relacionada con la planificación de las ciudades, sin ella, nuestras ciudades no tienen futuro y las personas sólo perciben incertidumbre. La única manera de integrar las decisiones de infraestructura, transporte, localizaciones de actividades, uso de suelo y vivienda, es teniendo una planificación lo más intersectorial e integrada posible.
CONECTIVIDAD: “Se deben mejorar los niveles de proximidad de las actividades a los servicios”.
PLANIFICACIÓN: ““Sin ésta nuestras ciudades no tienen futuro y las personas sólo perciben incertidumbre”. GOBIERNOS LOCALES: “Hay que enfatizar la urgencia de contar con gobiernos metropolitanos fuertes”.
¿Cuál es la propuesta del CNDU en esta materia?
— Se ha propuesto fuertemente la integración de instrumentos de planificación que conformen materias que hoy están dispersas y fracturadas dentro de la estructura pública. Si queremos ciudades más integradas, donde los distintos instrumentos del Estado sean convergentes para generar oportunidades de desarrollo y solucionar problemas de calidad de vida, se requiere resolver quién toma las decisiones, lo que hemos llamado gobernanza urbana. Hay que enfatizar la urgencia de contar con gobiernos metropolitanos fuertes, que puedan integrar todas estas decisiones de infraestructura, transportes, vivienda, usos de suelo, espacio público y además necesitamos una nueva agenda de conectividad enfocada en las personas.