CAF: formación temprana es clave para desempeño laboral de jóvenes
Estudio del Banco de Desarrollo de América Latina dice que hoy en Chile 1 de cada 5 jóvenes de entre 15 y 25 años no estudia ni trabaja.
—El desarrollo de habilidades de los jóvenes chilenos está, en promedio, por encima de sus pares latinoamericanos, tal como lo revelan los resultados en las pruebas estandarizadas de conocimientos, como PISA y TERCE. Sin embargo, las diferencias de desempeño en estas pruebas respecto a países de la OCDE son todavía muy grandes. Las bajas habilidades traen como consecuencia que muchos jóvenes no estudien ni traba- jen, de acuerdo con el Reporte de Economía y Desarrollo (RED) 2016 “Más habilidades para el trabajo y la vida: los aportes de la familia, la escuela, el entorno y el mundo laboral”, que ayer presentó CAF -Banco de Desarrollo de América Latina- en conjunto con Espacio Público.
Según el estudio, un rasgo característico del fenómeno NiNi es la mayor incidencia entre las mujeres, que representan aproximadamente 70% de los casos, y una alta proporción de ellas ya son madres. Además, 3 de cada 4 jóvenes NiNi ni siquiera buscan trabajo, es decir, no son activos. “Uno de los desafíos más importan- tes para la política pública es lograr reubicar a estos jóvenes en la escuela o promover su participación en el mercado laboral”, dice el CAF.
Datos de la Encuesta CAF 2015, realizada en 10 ciudades de la región, muestran que los jóvenes que no estudian ni trabajan tienen rezagos importantes respecto a los que sí lo hacen en el desarrollo de habilidades cognitivas, socioemocionales y físicas. Si bien el fenómeno NiNi se presenta en todos los niveles socioeconómicos, afecta más a los jóvenes del quintil más pobre (33%) que a los del más rico (8%).
Aunque los niños y jóvenes de los grupos más vulnerables están siendo incor-
porados cada vez más al sistema educativo, esto parece no ser suficiente para cerrar las brechas que aparecen cuando transitan de la
escuela al mundo laboral. El RED 2016 destaca que las diferencias en la acumulación de capital humano en los niños y jóvenes de dife- rente nivel socioeconómico empiezan a observarse muy temprano en la vida, incluso antes de la entrada a la educación formal. Por ejemplo, según datos de la Encuesta Longitudinal de la Primera Infancia (ELPI), los niños chilenos entre 3 y 5 años del quintil más pobre de los hogares tienen un rezago de 13 meses en el desarrollo verbal, respecto a los del quintil más rico.
El reporte señala que tener más habilidades implica no solo contar con un trabajo de mejor calidad y ser más productivo, sino que también impacta en otras dimensiones de la vida, como contar con mejor estado de salud física y mental, participar más activamente en la vida cívica, completar más años de educación, sentir mayor satisfacción con la propia vida, entre otros aspectos.