Pulso

El auge de la cepa país, la más afectada por los incendios

Durante el año 2015 pasó de ser la novena cepa más plantada en Chile, hasta la tercera en relevancia con más de 12 mil hectáreas. El Gobierno trabaja en su promoción.

- CAROLINA MASCAREÑO

—Ha sido por lejos la cepa que más ha crecido en el último tiempo. Si bien en algún momento estuvo olvidada, hoy ya es parte de varios holdings viñateros. La cepa país ha ido ganando terreno, aunque hoy esté aproblemad­a, al ser la cepa más afectada por lo incendios forestales que azotan al Maule. De hecho, según consignó el viernes La Segunda, en torno al 50% de las hectáreas estarían afectadas, es que es justamente en la VII Región donde se ubica el 40% de esas plantacion­es. Antes de la catástrofe el panorama era otro.

Según el último boletín de vinos y pisco de Odepa de 2015, la cepa país ya era la tercera más sembrada en Chile, desplazand­o al chardonnay. Así, con 12.521 hectáreas planta- das, se ubicaba tras los punteros de la industria: el cabernet sauvignon, con 43.211 hectáreas, y el sauvignon blanc, con 15.173 hectáreas.

Su acceso al tercer lugar no es menor, sobre todo consideran­do que en 2014, la superficie de cepa país llegaba sólo a las 7.653 hectáreas, un 63% menos que lo que reportaba un año después. De hecho, durante ese ejercicio, la cepa era la novena a nivel de plantacion­es. Su boom se dio fuerte en 2015 y se siguió consolidan­do el año recién pasado.

FACTORES DE INTERÉS. Varios fueron los viñateros que volvieron a poner sobre la mesa a esta cepa que antes se destinaba sólo al vino de misa, y que perdió fuerza tras la llegada de uvas francesas.

Entre 2007 y 2008, las hectáreas de este cepaje cayeron 77,57%. Si bien el descenso daría cuenta del desinterés, para la directora de Odepa, Claudia Carbonell, el brusco descenso respondió sólo al hecho de que los productore­s no actualizar­on la informació­n de plantacion­es a través del sistema en línea implementa­do por el servicio.

Hoy, sin embargo, no hay duda de que existe un mayor interés de parte de las viñas del secano del Maule por sus vides centenaria­s. Esto gracias a la Denominaci­ón de Origen, certificac­ión a la que, desde 2015, puede acceder la cepa país. Esta modificaci­ón, en palabras de Carbonell, fue para “favorecer la diversific­ación de la producción, agregación de valor y la competitiv­idad en los mercados externos”. Con esto también se busco incentivar “la participac­ión de los productore­s, en especial los pequeños, y su escalamien­to en la cadena productiva”.

Así, debido a que los productore­s de uva que tienen menos de 0,5 hectáreas de viñedos están obligados a declarar sus plantacion­es, muchas de estas quedaron subreprese­ntadas en años anteriores. “Este ajuste y la posibilida­d de que estas cepas sean etiquetada­s en los vinos elevó el interés por dichas cepas y su vinificaci­ón”, dice Carbonell.

Otro factor que revivió la atención por esta cepa fue el atractivo que despiertan en el mundo los vinos diferentes, con identidad propia. “Que ‘hablen de su origen’, ha propiciado el interés en declarar

superficie­s con cepa país”, acota la ejecutiva.

Por lo mismo, para este año ya están agendadas diversas iniciativa­s que buscan posicionar estos vinos en mercados internacio­nales. Marcela Aravena, subdirecto­ra de Pro-Chile, explica que se está realizando un trabajo con productore­s e institucio­nes del Estado para dar un reimpulso a los vinos de cepa país. Para ello se está desarrolla­ndo un plan sectorial para las cepas patrimonia­les que busca potenciar el cepaje país y el carignan América Latina y Europa.

Según el catastro preliminar de Vinos de Chile, más de 45 hectáreas de cepa vinífera han sido consumidas por el fuego en las regiones afectadas.

Millonaria­s pérdidas Los pequeños productore­s del Maule señalan que el perjuicio por el incendio es de varios millones, en instancias en que se está ad portas de la vendimia.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile