Pulso

Extirpando el mercado,

Esperemos que la campaña prometa eliminar las políticas torpes y precipitad­as en educación; la verdad cruda que denuncia políticas erradas ha ganado las últimas elecciones en el mundo.

- Por Juan Ignacio Eyzaguirre

EN TABASCO (México) nacen niños sin padre, madre ni patria. Los legislador­es estatales decidieron revocar la autorizaci­ón al mercado de úteros de arriendo para extranjero­s. Frente al vacío legal, a nadie pertenecen esos niños: ni a la madre parturient­a ni a los padres genéticos. Tabasco era la última panacea para aquellos que, por US$55.000, conseguían un útero para gestar su embrión después de que India y Tailandia prohibiera­n las embarazada­s sustitutas.

Este caso está en la contencios­a y debatida frontera de la extensión del mercado a ámbitos humanos más allá de la tradiciona­l economía. Últimament­e, sus detractore­s han aumentado y en Chile, bajo Bachelet 2, se creyeron el cuento haciendo de la educación su víctima favorita. El foco de la mal llamada “Ley de inclusión” fue extirpar cualquier resabio de “mercado” por la imposición de regímenes sin fines de lucro a colegios subvencion­ados, la prohibició­n del arriendo de inmuebles y del copago. La educación

no está en venta fue la consigna que engendró uno de los peores entuertos de Bachelet 2.

Michael Sandel, filósofo de Harvard, en su libro “What money can’t buy: the moral limits of markets” promueve limitar la expansión del mercado bajo dos argumentos. Primero, afirma que los mercados no serían inermes, sino que afectarían aquello transado. Si un niño fuese vendido, el mercado ultrajaría la naturaleza humana pues se la rebajaría al transarla. Segundo, argumenta que su expansión indefectib­lemente generaría desigualda­d ya que algunos no tendrían recursos o disposició­n para pagar por lo transado. Bajo una mirada más aguda la propuesta de Sandel es cuestionab­le. El primer problema, ejemplific­ado en la venta de niños, no radica en el mercado sino en arrogarse el dominio de algo que no correspond­e, un infante. La falta moral está en esclavizar al niño, no en transarlo. Pero bajo Bachelet 2 la educación fue considerad­a arbitraria­mente como un ámbito en el que el mercado no se debía expandir.

El segundo argumento de Sandel, la desigualda­d que traería el mercado, es tan peligroso como falaz. Podría extenderse a todo ámbito, sin embargo, contiene un problema fundamenta­l. No es el mercado el que trae desigualda­d sino la escasez. Mientras esta exista habrá desigualda­d. Siempre algunos quedaran excluidos. El mercado establece un mecanismo de asignación en base a precios, los que contienen y entregan informació­n, generando mejoras y eficiencia­s al sistema.

El esfuerzo para debilitar la educación subvencion­ada ha dejado en un entuerto a más de 6 mil colegios. La ley es tan absurda que obliga a los colegios a comprar sus inmuebles eliminando cualquier incentivo para atraer capital (por ser sin fines de lucro). Se lanzaron garantías Corfo para tentar a los bancos que han huido de engendros como estos. Peor aún, la ley nada ha dicho respecto a los dueños de los edificios que se arriendan a los colegios. Este Gobierno ha dañado gravemente la institucio­nalidad educaciona­l y derrochado años para mejorar la calidad y en verdad educar. Todo por su arbitraria voluntad de herir mortalment­e el desarrollo de la educación subvencion­ada en favor de la municipal.

Esperemos que la campaña presidenci­al prometa eliminar esta política torpe y precipitad­a. Atentos los candidatos: la verdad cruda y sin complejos que denuncia políticas erradas ha sido la ganadora en las últimas elecciones en el mundo. ℗

 ??  ?? JUAN IGNACIO EYZAGUIRRE
JUAN IGNACIO EYZAGUIRRE

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile