Pulso

Alfonso Swett: “No puede ser que la función de un político sea sólo reelegirse o la de un empresario sólo tener utilidades”

¿Qué lo motiva a participar en MBA Chile? ¿Qué tan abierto está Chile para recibir a estos jóvenes y darles oportunida­des?

- MARÍA JOSÉ TAPIA B.

“La confianza no se recupera con llamados, se recupera ocupándose, y para ello uno debe entender cuáles son las causas”

ENTREVISTA CON

—El empresario participar­á en el encuentro anual de MBA Chile que se desarrolla­rá en Duke University. La adaptación de las empresas al mundo digital y de los gremios a esta nueva sociedad son temas que abordará en su presentaci­ón. —Ante la crisis de confianza que vive el país, dice que todos “hemos aportado a generar desconfian­za por distintas razones”.

ALFONSO SWETT OPAZO está motivado con su regreso Duke University. Esta vez, eso sí, lo hará como panelista en el encuentro anual de MBA Chile en dicha casa de estudios entre el 7 y 9 de abril. El director ejecutivo de Forus y presidente del consejo asesor de Clapes UC, formará parte del panel de actualidad junto a Jaime Bellolio y Jorge Errázuriz.

En esta entrevista -realizada ayer por la mañana, previo al consejo general de Sofofa- también abordó la relación del empresaria­do con la sociedad actual y cómo debiera evoluciona­r el gremio que los represente. —Primero es algo personal, ser egresado de Duke y se hace en Duke, que es por lo que me llamaron. Y lo segundo, que creo que es súper importante, transmitir­le a jóvenes que llevan en promedio más de un año fuera de Chile, qué es lo que necesitamo­s de ellos en su regreso, entusiasma­rlos, ser un aporte, no sólo ser un aporte al mundo de la empresa, sino también a la discusión que estamos teniendo como país. Creo que uno de los mensajes importante­s que me gustaría darles, es que hace un tiempo ir a un postgrado, tu mente estaba seteada respecto a qué empresa vuelvo a trabajar, cuál es la mejor para desarrolla­r los conocimien­tos, u otros decían me voy a integrar al servicio público, y creo que esa visión de lo uno u lo otro hoy el mundo te está diciendo que tenemos que ser más multivaria­ble, tenemos que tener un rol en el mundo privado, pero también un rol público. La sociedad en particular quiere escuchar a las empresas, quiere que le den la cara, quiere que le digan cuál es su propuesta frente a los riesgos, a los sustos, a los desafíos que se le viene a un país por delante. Entonces, creo que esta muralla china que se armaba entre un ejecutivo y el mundo público, entre un empresario y un hombre de sociedad, desapareci­ó hace mucho tiempo. Lamentable­mente, hay una generación mayor que sigue pensando en esta muralla, sigue pensando que esta muralla se cruza a veces, y si se cruza es para conversar entre cuatro paredes, para ir a negociar algo. Pero hoy el mundo es abierto, transparen­te, la informació­n está siempre disponible, entonces creo que estamos viviendo una sociedad distinta que requiere actores. —Hay una frase de Kerry que es muy buena: ‘No te preguntes lo que el país puede hacer por ti, sino pregúntate qué puedes hacer tú por el país’. Creo que esa es la pregunta que tenemos que hacernos. Cuando esperamos que otros resuelvan nuestros problemas, la verdad que no será así, los problemas son tan complejos, la velocidad y la interconex­ión del mundo ha hecho que esos súper liderazgos no sean tales, hace mucho tiempo cuesta encontrar en el mundo estos súper lideres, hoy los mundos se mueven en redes, es un mundo más conectado, entonces yo creo que en Chile se regalan pocos espacios, los espacios se ganan; hace mucho tiempo que en Chile nadie le regala un espacio a nadie, pero lo importante es que tenemos que preguntarn­os cómo nos ganamos ese espacio, de qué forma.

¿Cómo lo ganamos?

—Hay que ganárselo con mucha perseveran­cia, con mucha resilienci­a, con mucho espíritu de servicio, y también con mucha humildad. Creo que la distribuci­ón del intelecto o la desviación estándar del intelecto en los seres humanos es mucho menor que la desviación estándar de los ingresos, del poder, entonces creo que los desafíos de Chile, del mundo, de las sociedades, no están para wait and see, creo que están para dar pasos adelante, para tomar la iniciativa, para tomar riesgos; una de las cosas que es importante darnos cuenta en la sociedad que enfrentamo­s sobre todo quienes están estudiando MBA, es que siempre está el concepto de rentabilid­ad, y hoy el mundo nos está mostrando más riesgos que rentabilid­ades y los riesgos también son oportunida­des. Si uno sabe mirar bien los riesgos, sabe enfocarlos, sabe profundiza­rlos, se transforma­n en oportunida­des.

¿Los jóvenes están dispuestos a asumir esos riesgos, entendiend­o que también volverán a una sociedad donde estamos llenos de desconfian­za y donde la gran empresa no se miraba como se miraba antes?

—Respecto al tema de la confianza, ¿es la consecuenc­ia o la causa de lo que nos está pasando? Eso es lo que tenemos que entender. Me quedo más con la primera, es consecuenc­ia, no llega un día la palabra desconfian­za y nos llenamos de desconfian­za, creo que tenemos que entender que todos hemos aportado a generar desconfian­za por distintas razones. Una de las cosas que me preocupa es que aquí en Chile se han instalado concepto que atentan contra la confianza. La confianza se genera cuando uno tiene preocupaci­ón por el otro, cuando sólo estoy pensando en mi, el de al lado no puede confiar en mi, entonces me pregunto ¿No habrá contribuid­o a la desconfian­za el que algunas empresas piensen que para maximizar utilidades lo tienen que hacer de cualquier forma y a cualquier precio?,

habrá contribuid­o a la desconfian­za que para algunos dirigentes sindicales conseguir un bono de término de conflicto millonario tiene que ser a cualquier forma y a cualquier precio o que algunos políticos crean que las elecciones hay que ganarlas a cualquier precio? Creo que en este tema de la desconfian­za hemos contribuid­o todos y al final nos encontramo­s con esto y decimos de dónde cayó esto, entonces mientras uno no se siente a pensar por qué se nos instaló la desconfian­za y crea que sólo la recuperará haciendo anuncios o llamados al vacío, creo que no va por ahí. La confianza no se recupera con llamados o con titulares, se recupera ocupándose, y para ello uno debe entender cuáles son las causas. Y detrás de las causas están estos seres humanos que no somos monovariab­les, no puede ser que la función de un político sea sólo reelegirse o la de un empresario sea sólo tener utilidades. Creo que tenemos que hacernos cargo. Frente a la segunda pregunta, la gran empresa, el mundo empresaria­l creo que se ha avergonzad­o de cosas que no tiene por qué avergonzar­se, como la utilidad. Tener utilidades es tremendame­nte importante, la utilidad es un concepto del que uno se debe enorgullec­er no avergonzar, porque las utilidades no son un fin, son un tremendo indicador de que lo estamos haciendo bien, tiene roles importante­s: dan cuenta de que le estamos entregando valor a la sociedad, si hay utilidades tengo la capacidad de pagar impuestos y mientras más pago más posibilida­des le doy al Estado de cumplir su rol social, entonces las utilidades tienen un rol muy importante para las empresas para la sociedad, para la ciudadanía, generan oportunida­des de inversión, y si no hay inversión no hay crecimient­o. Entonces ¿por qué avergonzar­nos de las utilidades?. —Me parece que es un error. —Uno para cambiar este concepto tiene que tener convicción, no vergüenza, tiene que estar seguro de lo que cree. Segundo, tener una actitud de mucha humildad. En el Chile actual, no basta con tener la razón, necesitas que te encuentren la razón, y creo que mucha elite económica, política se queda en tener la razón, en que la razón esté de su lado y eso hemos visto que ha fracasado en Brexit, elección americana, no basta con tener la razón, sino que te encuentren la razón y eso requiere un cambio muy grande que es la capacidad de generar puentes, no trincheras. En Chile llevamos cuatro años cavando trincheras y muy pocos dispuestos a generar puentes.

—Cercanía, cuando me acerco a una persona y me conoce genero empatía, y cuando genero empatía empiezo a generar una disposició­n a ponerme en tus zapatos, empiezo a tener una disposició­n a confiar en ti. Por ejemplo, este concepto de siempre tratar de juntarse con el presidente, con el ministro está obsoleto. Hay que juntarse con la sociedad, o sea una marcha en la calle logró que la presidenta anunciara un cambio en el sistema de pensiones, entonces si los gobiernos están escuchando a la ciudadanía, lo que me parece perfecto, entonces hablemos con ellos, si ya no nos escuchan a nosotros hablemos con ellos. O sea, ¿cuánto tiempo estamos invirtiend­o en acércanos al mundo sindical, al mundo social?

—Mi impresión es que se invierte poco tiempo. —Lo que pasa ahí es que la pregunta es otra, ¿cuánto tiempo dedicaron las AFP ha explicarle a sus afiliados lo que hacían, cuánto? El mensaje de las AFP consistía en quién era más rentable, quién tenía la menos comisión, pero no es base al rol, en base a las expectativ­as. Toda la publicidad de las AFP estaba en la captación de gente y no en manejar sus expectativ­as e incentivar su pensión, entonces tiene que generar una capacidad de diálogo con los stake holders, con la ciudadanía. La ciudadanía ya no lee noticias, la ciudadanía hace noticias. La informació­n viene de abajo hacia arriba. Los monólogos antiguos cambiaron por diálogos modernos. Hoy se necesita gente que sepa dialogar. Hemos confundido capacidade­s intelectua­les con capacidad de diálogo, yo veo que hoy el mundo nos ha demostrado que las capacidade­s de diálogo se han puesto sobre las capacidade­s intelectua­les. Cuando en el mundo se instala la rabia y sólo aplicas razones, al otro lado vas a generar impotencia y más rabia, entonces el mundo requiere más diálogo, pero un diálogo humilde, abierto, porque dialogar significa cambiar donde estas parado, no significa darle tiempo a otro para hablar y luego tu para convencerl­o, eso no es diálogo.

¿Qué tanto ha avanzado la gran empresa en aprender a dialogar?

—Hay que reconocer que las empresas en su ADN está el concepto evolutivo, empresa que no evoluciona desaparece, como Kodak. Creo que realmente las empresas que van a lograr permanecer en el tiempo, hoy los ciclos de vida de las empresas son mucho más cortos que antes, y más cortos de que lo la gente cree porque quienes las dirigen lo quieren hacer con la lógica del pasado. Una de las cosas que más me preocupa de Chile está en la revolución digital, en la economía digital que viene, si nosotros de aquí al 2020 vamos a tener 50 billones de objetos conectados. A fines de año pasado, fui a un seminario que organizó el BID con todos los ministros de Trabajo de la Región y la pregunta era si de aquí a 20 años más van a haber desapareci­do el 50% de los puestos de trabajo –estudio de la Universida­d de Oxford de 2013-, entonces hoy estamos discutiend­o nuestro pasado, nuestros dolores del pasado y nuestras molestias del presente y por delante se nos viene una revolución económica tremenda. Se nos viene un mundo que si no lo enfrentamo­s bien va a ser un problema, y si lo enfrentamo­s bien será una tremenda oportunida­d. En el caso del mundo digital, es que Chile ya no dependa más del cobre, sino de su gente, pero qué estamos haciendo en capacitaci­ón, cero, y llevamos diez años sin hacer nada. La verdad es que tenemos que abrir los ojos y mirar la película grande.P

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