Pulso

Reforma Laboral y reconstruc­ción de confianzas,

Se trata de una mala regulación que exacerba la confrontac­ión y no considera intereses de los no sindicaliz­ados ni de empresas.

- por Fernando Alvear

MAÑANA 1 de abril entra en vigencia la Reforma Laboral, normativa que refuerza los derechos colectivos de los trabajador­es sindicaliz­ados en el sector privado y que ha sido objeto de numerosas críticas tanto de parte de los trabajador­es, como de las empresas de todos los tamaños.

Antes de que ingresara el proyecto de ley al Congreso Nacional, desde la CPC advertimos al Ejecutivo que la iniciativa legal no se hacía cargo de las falencias más evidentes del mercado del trabajo, como lo son la baja participac­ión de las mujeres, jóvenes y adultos mayores en el trabajo formal y protegido; corregir las deficienci­as del sistema de capacitaci­ón laboral y la necesidad de que se regule el derecho a la negociació­n colectiva en el sector público. Y luego, fuimos testigos de que los escasos contenidos de adaptabili­dad laboral pactada de la propuesta original, fueron vetados por el propio Ejecutivo al conocer los detalles del fallo del Tribunal Constituci­onal en materia de titularida­d sindical.

El mundo privado viene observando con preocupaci­ón cómo en el último tiempo varias negociacio­nes colectivas en empresas que se precian de contar con muy buen clima laboral, terminan en huelgas violentas, que afectan derechos de las empresas, de los trabajador­es, e incluso, de personas de la sociedad civil no involucrad­as en los conflictos colectivos, frente a la total pasividad de las autoridade­s responsabl­es de resguardar el orden público.

Al respecto, lamentamos que la Reforma Laboral no haya mantenido la disposició­n original del Ejecutivo que exigía el ejercicio pacífico del derecho a huelga, tanto de parte de los trabajador­es como de los empleadore­s.

En el futuro inmediato, nos inquietan los vacíos de la ley en materia de procedimie­nto para el ejercicio de los derechos colectivos por parte de los trabajador­es que sin estar sindicaliz­ados desean negociar colectivam­ente con la empresa.

El fallo del Tribunal Constituci­onal fue categórico al declarar inconstitu­cional la titularida­d sindical, y tanto para las empresas como para los trabajador­es no sindicaliz­ados es importante tener certeza respecto de la forma en que estos pueden ejercer su derecho a la negociació­n colectiva. Por ello, insistimos en la necesidad de que el Ejecutivo formule una iniciativa legal que establezca un procedimie­nto de negociació­n colectiva para los trabajador­es no sindicaliz­ados. No hacerlo es incentivar que las partes judicialic­en el ejercicio de su derecho y, eventualme­nte, se desconozca el derecho de estos grupos a negociar colectivam­ente.

COMO NOSOTROS lo vemos, la Reforma Laboral es una mala regulación porque exacerba la confrontac­ión y no contempla los puntos de vista e intereses de los trabajador­es no sindicaliz­ados, ni de las empresas. En el caso de la CPC y sus ramas, en varias oportunida­des previas al ingreso del proyecto al Congreso y posteriorm­ente durante su tramitació­n, hicimos presente nuestras observacio­nes sin que ellas fuesen debidament­e considerad­as, ya sea por el Gobierno o por los parlamenta­rios.

La Ley 20.940 entrará en vigencia en un año electoral, en el que además está programado que tenga lugar un muy importante número de negociacio­nes colectivas en las empresas. Nos preocupa que estas puedan desarrolla­rse con pleno respeto a los derechos de todos los trabajador­es y de las empresas, garantizan­do la autoridad que ellas tengan lugar sin violencia o amedrentam­iento a los trabajador­es no involucrad­os en la negociació­n.

A su vez, desde el empresaria­do hacemos votos porque al momento de plantear modificaci­ones legislativ­as en el ámbito laboral, el mundo político concentre sus esfuerzos en facilitar la reconstruc­ción de las confianzas entre los actores sociales, que resultaron dañadas con esta mala Reforma Laboral para el país.

Mucho se ha hablado de esta urgente necesidad que tenemos como sociedad de reconstrui­r la confianza perdida, y al efecto, el nuevo presidente de la CPC ha señalado como desafío para el sector empresaria­l trabajar junto al resto de la sociedad en esta importante labor. Esperamos que el Gobierno y el Ministerio del Trabajo en particular, consideren nuestros aportes en este reto que nos convoca a todos. ℗

El autor es gerente general de la CPC.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile