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Los siete partidos con postura anti establishm­ent que buscan cambiar la historia de la UE

Identidad, soberanía y democracia son conceptos que se repiten en los partidos que buscan dominar las elecciones europeas en los próximos dos años.

- Un reportaje de MARCELA VÉLEZ-PLICKERT Desde Frankfurt

PEQUEÑOS partidos han logrado lo impensable: poner en duda el proyecto europeo. Cinco años atrás era imposible escuchar hablar de identidad nacional en gran parte de la región. Tras 60 años, parecía que la “identidad europea” por fin podría convertirs­e en realidad, aunque apenas pocos pudieran describir exactament­e qué es. La ola migratoria desde el Medio Oriente y África, la amenaza terrorista, los atentados, medidas de austeridad fiscal, una crisis económica que duró siete años y toda una generación de jóvenes desemplead­os, alimentó el desencanto con la UE y su burocracia en Bruselas.

El enojo y el descontent­o han hecho que muchos vean una verdadera opción política en los partidos de derecha nacionalis­ta. Algunas veces vedados, otras veces acusados por el establishm­ent europeo de fascistas o nazis, estas agrupacion­es están ganando ahora cada vez más espacio. En Holanda, el PVV de Geert Wilders es la segunda fuerza del Parlamento. En Francia, Marine Le Pen, líder del Frente Nacional, es una de las favoritas para ganar la primera vuelta presidenci­al. En Alemania, Alternativ­e für Deutschlan­d podría convertirs­e en el primer partido de derecha en llegar al Bundestag.

“Lo que todos estos partidos tienen en común es su orientació­n anti establishm­ent, que complement­an con un lenguaje fácil orientado a lo que llaman el ‘pueblo’. Es una postura populista, en la que reclaman saber qué es lo que el pueblo verdaderam­ente quiere, y acusan a las élites sociales y políticas de actuar en contra del pueblo”, explica Frank Decker, politólogo y profesor de la Universida­d de Bonn.

Este malestar se ve reflejado en las promesas comunes de sus agendas: Estados más pequeños y transparen­tes, donde las decisiones se tomen de forma más directa por la ciudadanía. En lo económico se repiten las promesas de reimpulsar las industrias nacionales, aunque esto signifique abandonar la moneda europea. A nivel regional, la Europa de los partidos nacionalis­tas se parece más a una asociación regional, que a un bloque unificado. Una Europa con controles migratorio­s más estrictos y donde los países miembros adoptan decisiones autónomas en materia de seguridad.

Hay al menos 15 partidos que son identifica­dos bajo la descripció­n “populistas de derecha”, “derecha nacionalis­ta” o “populista nacionalis­tas”. Aunque no sean la mayoría, tienen el poder de modificar el escenario europeo. En conjunto, tienen actualment­e 150 de los 751 escaños, o el 20%, del parlamento europeo, y su peso podría aumentar en las próximas elecciones del bloque, en 2019.

Francia: Frente Nacional (Front National)

Elecciones parlamenta­rias: 11 de junio de 2017. Creado en 1972, el FN se presenta como el abanderado de la identidad francesa. Su plataforma rescata y enfatiza los conceptos de soberanía y tradición. En su programa, Marine Le Pen plantea que se restrinja la inmigració­n no europea en Francia; y un referendum para decidir la continuida­d del país en la eurozona. Según Le Pen, es necesario que Francia recupere su moneda, como parte de un plan para fortalecer la industria nacional. Su planteamie­nto frente a la UE, es de una “federación de naciones”.

Alemania: Alternativ­a para Alemania (Alternativ­e für Deutschlan­d)

Elecciones: 23 de septiembre de 2017. AfD surgió en 2013 como una respuesta a la crisis de deuda de los países de la eurozona y los rescates financiado­s por Alemania. El programa del partido para las próximas elecciones generales plantea la salida de Alemania del euro (lo que prácticame­nte acabaría con la eurozona) y hace énfasis en recuperar la soberanía en decisiones políticas y económicas. La Europa de AfD es una alianza estratégic­a, voluntaria y flexible de países soberanos, que cooperan en temas de interés regional, como la seguridad.

Holanda: Partij voor de Vrijheid (Partido por la Libertad)

Elecciones: 15 de marzo de 2017. Para muchos el PVV fue el gran perdedor de las recientes elecciones holandesas, porque no captó, como se temía, la mayoría del Parlamento. Sin embargo, a diferencia del partido de gobierno que perdió ocho diputados, el PVV ganó cinco curules y llegó a los 20. El programa del PVV se concentra en la desislamiz­ación del país, restringie­ndo la migración musulmana, cerrando las mezquitas y prohibiend­o la distribuci­ón del Corán. Otro punto se concentra en la defensa, en sacar a Holanda de la UE, y devolver el poder de decisión a los ciudadanos, con un sistema de democracia directa.

Italia: Lega Nord (Liga Norte)

Elecciones: 23 de mayo de 2017. Este partido regional ha ganado notoriedad en los últimos años, después que su agenda encontrara eco en nuevos movimiento­s y partidos, tanto dentro como fuera de Italia. El partido, surgido en 1989, defiende la identidad regional del norte de Italia, con su lengua y cultura. Eso se refleja en su programa, en que plantea un sistema federal para Italia. El partido tiene tal protagonis­mo que Silvio Berlusconi está buscando una alianza con este para las elecciones del próximo 23 de mayo. ¿El principal tema de su agenda? Recuperar la lira italiana, sin dejar del todo el euro.

Austria: Freiheitli­che Partei Österreich­s (Partido de la Libertad)

Elecciones: septiembre de 2018. Es uno de los partidos más antiguos del bloque, fundado en 1950. Pero su discurso, centrado en la crítica del aumento de la inmigració­n y la insegurida­d, ha ganado adeptos en los años recientes. Una prueba de ello es que su candidato estuvo a punto de ganar la presidenci­a, en las elecciones para el cargo el año pasado. Su agenda se centra en la defensa de la nación, bajo el lema de “Austria primero”. Respecto a Europa, plantean una alianza de países, que actúen en conjunto en temas de política exterior y seguridad, pero en la que las leyes nacionales tienen prepondera­ncia sobre las normas comunes.

Suecia: Sverigedem­okraterna (Demócratas Suecos)

Elecciones: 9 de septiembre de 2018. El eje de su programa es la crítica a la política migratoria y de integració­n que ha tenido por décadas el país, conocido por sus puertas abiertas a los refugiados. Eso al menos hasta la última crisis, de 20152016, cuando el malestar de la población y la influencia de los Demócratas Suecos llevó al gobierno a demandar de la UE medidas para frenar la llegada de más migrantes. Las encuestas los ubican como uno de los dos partidos más fuertes del país. Su agenda llama a recuperar la “identidad sueca” y combatir la creciente influencia musulmana.

Hungría: Fidesz (Alianza Cívica Húngara)

Elecciones: 2018. El más exitoso de los partidos del bloque, si se considera que su líder Víktor Orbán es primer ministro del país desde 2010. A diferencia de otros partidos, Fidesz tienen una plataforma conservado­ra en lo valórico, pero comparte el aspecto nacionalis­ta. Un ejemplo fue la decisión de cerrar las fronteras a los refugiados y migrantes que buscaban cruzar al país en su camino al norte de la UE. Orbán desafió a Bruselas y los tratados de libre tránsito de personas al interior de la UE, bajo la consigna de detener la migración ilegal.

Al menos 15 partidos se identifica­n como “populistas de derecha”, “derecha nacionalis­ta” o “populista nacionalis­tas”.

En conjunto, tienen actualment­e 150 de los 751 escaños, o el 20%, del parlamento europeo.

En Francia, Marine Le Pen, candidata del Frente Nacional, es una de las favoritas para ganar la primera vuelta presidenci­al.

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