Más y mejores servicios financieros,
En este año la banca se enfrenta a una discusión crucial en términos regulatorios que buscan perfeccionar la base del negocio.
MÁS QUE nunca, la preocupación central de los distintos actores del mercado financiero es cómo volver a crecer sostenidamente en el tiempo con una hoja de ruta clara. Esta es una situación que también inquieta a la banca en un año marcado por un ambiente de elecciones presidencial y parlamentarias.
Por eso es fundamental entender una premisa básica. Así como la democracia representativa necesita de los partidos políticos, para el desarrollo económico de un país es imprescindible la existencia de los empresarios. Es fundamental restablecer las confianzas y este es un desafío para toda la clase dirigente del país. Hoy más que nunca se debe cuidar a Chile y a sus instituciones. Y es una tarea de todos.
Existen algunos factores que son claves para fortalecer el crecimiento de nuestra economía y no podemos renunciar a ellos. El primero es la solidez de las cuentas fiscales. El Gobierno ha dado crecientes muestras de la relevancia de este tema; sin embargo, en el último tiempo las señales han apuntado a un mayor gasto fiscal. El segundo es ampliar y diversificar la base productiva. El país requiere aumentar su tasa de inversión (más recursos productivos), pero también incrementar la productividad (producir más con los mismos recursos).
Las condiciones del empleo son claves para la banca, ya que inciden directamente en la situación financiera de los hogares de miles de chilenos. Pero la creación y calidad del empleo se ha deteriorado en el último tiempo, los desocupados se elevarían significativamente al ajustar por horas efectivamente trabajadas. Hoy no se está creando empleo, sino destruyendo y el 60% de los hogares con desocupados tiene mora. Ello sin lugar a dudas impactará en los resultados del sistema financiero.
En este contexto, los desafíos para continuar avanzando en una industria que provea más y mejores servicios son diversos. Como eje central, la industria debe seguir invirtiendo en nuevas tecnologías y procesos. En un ambiente cada vez más competitivo, y donde el desarrollo tecnológico abre constantemente nuevas posibilidades, se genera un círculo virtuoso entre los servicios que impulsan los bancos -que buscan satisfacer de mejor manera las necesidades de sus clientesy las inversiones realizadas por las instituciones bancarias para sustentar dichos servicios.
En el segundo lugar se encuentra el marco normativo, el cual debe proveer reglas que balanceen los incentivos para permitir y facilitar las innovaciones y, al mismo tiempo, preservar y fortalecer la solvencia del sector. En 2017 la banca enfrenta una discusión crucial en términos regulatorios que buscan perfeccionar la base del negocio: la reforma de la Ley General de Bancos (LGB).
MÁS QUE nunca, la industria requiere de una ley que defina numerosos aspectos de un alto nivel de complejidad -ponderadores de riesgo y diferentes requerimientos por tipo de banco- y cuya implementación es gravitante para la industria. Por eso el llamado es colaborar en esa dirección y con una normativa acorde con los nuevos tiempos.
También existen otras áreas que son muy relevantes en la gestión bancaria, donde aún destaca la ausencia de un sistema de obligaciones económicas integrado. Es imperioso que las autoridades avancen en el potenciamiento de sistemas de información crediticia, donde se incluya información tanto positiva como negativa a través de los distintos oferentes de crédito, aspecto esencial para un apropiado funcionamiento del sistema financiero.
En este sentido, y dado que la SBIF ya cuenta con información crediticia de bancos, cooperativas y retailers, resulta natural que el regulador busque la consolidación de dichas fuentes y las ponga a disposición de los distintos agentes del mercado.
Desde una perspectiva de mediano plazo, existe el reto de cómo definir el perímetro regulatorio y su alcance para oferentes no bancarios que pueden participar en este mercado; por ejemplo, Fintech. Asimismo, se destaca la tramitación del proyecto de ley que fortalece el Sernac y el de protección de datos personales, siendo ambos de suma importancia para el país.
Mirando hacia adelante, los desafíos no son menores. El diseño e implementación de un marco normativo acorde con tales desafíos es crucial y, por ende, es necesario que estos se basen en un análisis técnico, aspecto en el cual la Asociación de Bancos tiene una importante responsabilidad como ente canalizador de la visión de la industria en estas materias. ℗
El autor es presidente de la Asociación de Bancos.