Tiempos mejores
El programa del ex Presidente Piñera aspira a compatibilizar un conjunto de principios, lo que difiere del propósito de la Nueva Mayoría de subordinar todos los objetivos sociales a uno solo.
LA LEY de Primarias obliga a las candidaturas a elaborar un documento con las principales iniciativas y propuestas de campaña. Esto es una muy buena noticia, porque exige a todos los aspirantes a la Presidencia presentar sus motivaciones y compromisos en forma anticipada, seis meses antes de las elecciones, facilitando con ello el debate de ideas antes que la camorra y las descalificaciones.
En el caso de la campaña del ex Presidente Piñera, el documento titulado “Tiempos mejores” se divide en tres partes. En la primera, se plantea un breve diagnóstico del país. Sobre cómo pasamos de la “democracia de los acuerdos”, que tanto progreso produjo, a la “cultura de la retroexcavadora”, que tanto daño ha causado. En la segunda, se relata una visión y una misión para Chile, a partir de un conjunto orientador de principios inspiradores. Y en la tercera, se compromete una serie de acciones como ejes centrales del programa de gobierno, en el marco de un conjunto claro y acotado de prioridades. Así, de la lectura del documento es posible extraer algunos nítidos contrastes en relación con la Nueva Mayoría, siendo el más relevante la mirada sobre nuestra sociedad.
La frase que abre el documento es ilustrativa: “Chile es un país maravilloso”. Ello difiere fuertemente de la visión apocalíptica del programa de la Presidenta Bachelet, que sostenía que estábamos al borde de una fractura social. Por el conPor trario, el programa del ex mandatario reconoce que aún persisten carencias muy significativas que urge superar, pero valora lo que fuimos capaces de hacer y, más importante aún, es optimista sobre lo que podemos lograr. Porque si fuimos capaces de hacer de Chile uno de los mejores países de América Latina en las últimas décadas, por qué no podríamos aspirar a convertirnos en los próximos años en uno de los de mayor desarrollo humano del mundo.
Es cierto que en los últimos tres años pareciese que hubiésemos perdido el rumbo. No por nada hoy, como nunca, una gran mayoría de compatriotas cree que el país está estancado y que no va por buena senda. Por ello el texto reconoce que la elección presidencial será una de las más importantes del último tiempo. lejos. Porque al frente tendremos una verdadera encrucijada, donde habrá dos caminos muy diferentes, que apuntan a rumbos muy distintos. El de Chile Vamos, que procura retomar la senda del progreso y del reformismo responsable, dejando de lado todo tipo de retroexcavadoras. Y el de la Nueva Mayoría. O su versión más extrema, el Frente Amplio, que aspiran a seguir, o a acelerar, la senda refundacional de los últimos años, traspasados por un sentimiento autoflagelante respecto de lo que somos como sociedad. En suma, habrá que elegir entre un cambio positivo y cierto o un cambio culposo e incierto.
Adicionalmente, el programa del ex Presidente Piñera pretende compatibilizar un conjunto de principios, como la libertad, la justicia, el progreso y la solidaridad. Todos fundamentales. Ello también difiere fuertemente del propósito sacrosanto de la Nueva Mayoría, de someter todos los objetivos sociales a uno solo, que es la erradicación total de las desigualdades. Ello no sólo es impracticable, de hecho durante este período ha habido más retrocesos que avances en la materia, sino que no se hace cargo de que las sociedades y las personas somos complejas, por lo que el progreso depende de saber compatibilizar los múltiples fines que nos movilizan. Después de todo, la historia ha demostrado una y otra vez que esa es la única forma de alcanzar tiempos mejores. ℗
El autor es coordinador programático campaña de Sebastián Piñera (@gblumel).