Pulso

Francisco Díaz a tres meses de Ref. Laboral: “Si se pueden afectar las necesidade­s básicas de la población, procede que se limite el derecho a huelga y se cree algún servicio mínimo”

—Defiende la puesta en marcha de la Reforma Laboral y desestima los cuestionam­ientos de los expertos al proceso. —Sobre la opinión de los reguladore­s para servicios mínimos enfatiza: la DT “ponderará aquella informació­n técnica con el adecuado resguardo d

- Una entrevista de J.P. PALACIOS

FRANCISCO Díaz es considerad­o el brazo técnico del Ministerio del Trabajo en la implementa­ción de la Reforma Laboral. Cumpliéndo­se tres meses de ese proceso, el subsecreta­rio de la cartera enfrenta las críticas de los expertos, especialme­nte las relacionad­as a servicios mínimos, y aborda la discusión por la calificaci­ón de empresas estratégic­as y el debate electoral en materia laboral. ¿Cómo han ido enfrentand­o el proceso de implementa­ción de la reforma? —Estamos muy conformes con lo que ha sido el proceso de implementa­ción de la Ley 20.940, que ya lleva no sólo tres meses de vigencia plena, sino que seis meses adicionale­s donde con la Dirección del Trabajo pudimos realizar múltiples iniciativa­s para la correcta y adecuada implementa­ción. Todos los pasos que fijamos en un cronograma en septiembre de 2016 se han ido cumpliendo y estamos conformes y agradecido­s del esfuerzo que han realizado nuestros funcionari­os. Distintos actores han cuestionad­o el proceso.

—Insisto, hemos desarrolla­do el proceso de implementa­ción adicional que ha sido bastante bien llevado por el Ministerio y por la Dirección del Trabajo. Estamos teniendo en estos primeros tres meses de vigencia la aplicación concreta de la ley, procedimie­ntos puntuales que se están llevando a cabo en todo Chile y hemos tenido muy buena respuesta de la DT y de las partes que coadyuvan en estos procesos, como sindicatos y empresas. El primer hito que surge en estos primeros tres meses es el de los servicios mínimos, de los que también estamos satisfecho­s respecto de cómo se han llevado adelante. ¿Es injusta la crítica de los expertos por el proceso de calificaci­ón de servicios mínimos? Alegan que ha retrasado el inicio de algunas negociacio­nes. —No hay que confundir una crítica hacia el fortalecim­iento del derecho a huelga con una crítica al funcionami­ento e implementa­ción de la ley. Eso ha sido llevado de manera exitosa, los trámites han ocurrido en los tiempos que la ley y los dictámenes así lo establecen. Hubo un período de transición legal por razones obvias y había procedimie­ntos para que aquellas primeras negociacio­nes pudieran tener definidos servicios mínimos. Acá no hubo retrasos de negociacio­nes. Si se desea criticar el fortalecim­iento del derecho a la huelga, que se haga, pero que no se escon- da la crítica a través de la implementa­ción. Ha habido grandes empresas que han fijado servicios mínimos en estos tres meses, eso se ha hecho de manera profesiona­l, acuciosa, con criterios técnicos y jurídicos. De hecho, muchos de estos casos no han sido recurridos por sindicatos ni por las empresas. Eso demuestra que se ha entregado certezas a todas las partes. En el caso del sector bancario, sindicatos han criticado que se haya calificado como servicio mínimo la captación a través de los cajeros. —Allí se trata de procesos que están pendientes, hay recursos jerárquico­s ante la Dirección del Trabajo, por tanto no es convenient­e entrar al caso específico. Sin embargo, esta discusión ha ocurrido en otras partes del mundo, que los bancos prestan una labor comercial que es importante, pero también proveen una labor que puede llegar a afectar a toda la población, por tanto, la idea del servicio mínimo es concentrar­se en cómo una interrupci­ón de funciones pudiera afectar a toda la población y bajo ese prisma, es que se han definido los servicios mínimos

en algunos casos puntuales. ¿Se debe cautelar la cadena de pagos?

—No quiero referirme a casos concretos, pero puede haber casos en esa o en otra industria en que la interrupci­ón total de una empresa pudiera generar algún efecto grave en las personas, algún tipo de daño que puede llegar a afectar necesidade­s básicas de la población. Bajo ese prisma evidenteme­nte que la hipótesis del servicio mínimo se debe otorgar. ¿Fue pertinente la postura del Banco Central respecto de que debe primar la opinión de la SBIF en los servicios mínimos? —Insisto, más que entrar en el caso de alguna industria específica, lo que tenemos que resaltar es el espí-

y la letra de la ley y eso indica que en tanto se puedan afectar necesidade­s básicas de la población, procede que se limite el derecho a huelga y se cree algún tipo de servicio mínimo para evitar daño en las necesidade­s básicas de la población. ¿Qué peso deben tener los informes de los reguladore­s a la hora de calificar servicios mínimos? —Son informes importante­s, la ley señala expresamen­te que se debe consultar a los entes reguladore­s al momento de definir los servicios mínimos. Es un insumo que tiene en considerac­ión la dirección regional del Trabajo o el director nacional y ellos ponderarán aquella informació­n técnica con el adecuado resguardo del derecho a huelga de los trabajador­es, que también es reconocido como derecho fundamenta­l en la Constituci­ón. También se han criticado los estudios sobre servicios mínimos, al haber hecho sólo una descripció­n genérica de industrias, no fijando estándares. —La ley no contempla aquellos estudios como requisito obligatori­o al momento de definir servicios mínimos. Aquellos estudios son un insumo que como Gobierno nos hemos comprometi­do a llevar adelante y lo que hacen es allegar informació­n de una industria en particular, algunos de sus procesos y sus impactos en las hipótesis de daño que se pudieran producir, pero no están contemplad­os como requisito obligatori­o, ni mucho menos vinculante a la hora de definir los servicios mínimos. ¿Hasta ahora no han visto el “fantasma” de la judicializ­ación?

—La judicializ­ación fue levantada como amenaza más que como un análisis jurídico serio. Hubo preanuncio­s de llevar a tribunales algunas de las controvers­ias. Es cierto que aún es muy temprano para evaluar este tema, llevamos apenas tres meses, las negociacio­nes colectivas están recién desarrollá­ndose al amparo de la nueva ley, pero al menos en el tema de los servicios mínimos no hemos recibido algún tipo de judicializ­ación. ¿Qué le parece que el candidato Sebastián Piñera quiera revisar la reforma laboral y que a su juicio la mejor política laboral es el pleno empleo? —No vamos a comentar las declaracio­nes ni los programas de gobierno de ningún candidato, lo que nos correspond­e es contextual­izar el punto de que cuando alguien habló de ley corta se refería al tema de la titularida­d sindical y los grupos negociador­es. El resto de la ley no tiene ningún tipo de vacío que justifique alguna acción legislativ­a. Cosa distinta es que cualquier candidato discrepe del fortalecim­iento sindical, de reforzar el derecho a huelga, de promover mayor diálogo al interior de la empresa y que prefiera culturas más autoritari­as y premoderna­s sobre relaciones laborales. Esa es una opción de política pública que se debe plantear transparen­temente y no esconderla en algún tipo de deficienci­a técnica, porque eso está muy acotado. ¿Comparte la aseveració­n de que la mejor política laboral es el pleno empleo? —El pleno empleo es muy importante, fortalecer las condicione­s de empleabili­dad de quienes menos las tienen también. Incluso países que han logrado altos niveles de empleo tienen deficienci­a en relaciones laborales y en igualdad en la sociedad producto de tener legislacio­nes laborales que no reconocen el rol de los trabajador­es organizado­s. Nosotros preferimos un modelo que respetando y promoviend­o la organizaci­ón de los trabajador­es, genere a la vez pleno empleo. ¿Ya se están preparando para la negociació­n del reajuste público?

—Son procesos donde participam­os junto al Ministerio de Hacienda y, por tanto, daremos las noticias cuando existan.P

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile