Dólar, a medio camino…
Mirando hacia 2018, los factores definitivos para la moneda van asociados al ciclo emergente.
EL DÓLAR es una de las variables más difíciles de proyectar, junto con los commodities, debido a la amplia variedad de agentes que toman parte en este mercado, y por lo diverso de los factores que le afectan. Al momento de escribir esta columna, el tipo de cambio está a medio camino del rango en que se ha movido en los últimos meses (en torno a $660, cuando ha estado cerca de $640 por abajo y $680 por arriba). De hecho, llevamos poco más de un año en el que nos hemos mantenido en estos niveles, sin grandes cambios de tendencia.
Con una vista más táctica, se podría argumentar sobre el riesgo de que nos volvamos a mover hacia la zona de $680. Por un lado, en la medida en que las cifras sigan dando cuenta de actividad lenta y las expectativas de inflación caigan, hay quienes podrían predecir más bajas de tasas por parte del Banco Central. Por otro lado, el dólar se fortaleció internacionalmente cuando Trump entró al gobierno, y tras el verano probablemente volverá a la carga con la ambiciosa reforma tributaria, con el potencial de generar más fuerza para que el dólar gane valor a nivel internacional.
Pero en la otra vereda también están pasando cosas que pueden empujar al peso a apreciarse. Por ejemplo, la actividad del mundo emergente se está acelerando, el crecimiento chino está estable, la demanda por cobre ha hecho que su precio vuelva a la zona de US$2,7/lb, y el mismo crecimiento de nuestros vecinos parece mejorar después del primer trimestre. El ciclo político también tiene algo que ver, ya que el término de las incertidumbres post primarias, sumado a la robustez del cobre, puede vaticinar el retorno de la inversión a Chile, después de cuatro años de crecimiento nulo.
El primero es un mundo de dólar al alza, mientras que el segundo augura una baja. El primero es más enfocado en las noticias de corto plazo y una apuesta pro-Trump, mientras que el segundo está centrado en la aceleración global y la robustez del cobre. Es posible que en el corto plazo veamos el dólar al alza, pero mirando hacia 2018 los factores definitivos para la moneda van asociados al ciclo emergente, y la mejora del crecimiento en los próximos trimestres.P