Cuando lo impopular se convierte en consenso
Si todo el mundo considera lo mismo y se observa un excesivo grado de consenso, se puede estar frente a una situación de riesgo.
ESTE año se observa que un número creciente de inversionistas ha aumentado su exposición a acciones europeas y de mercados emergentes. Ello después de varios años en que ambas categorías habían sufrido de baja popularidad entre las preferencias de mercados financieros. De acuerdo a los análisis realizados en BlackRock, si bien estas posiciones se están convirtiendo en consenso, aún existe espacio para que los flujos continúen incrementándose (ver gráfico).
Al momento de invertir, siempre se debe buscar un buen equilibrio entre las oportunidades que se deriven de los fundamentos económicos y de mercado, junto con la preferencia del resto de los inversionistas. Un determinado activo o país puede verse muy atractivo en cuanto a sus cifras macroeconómicas o indicadores de valorización. Sin embargo, si todo el mundo considera lo mismo y se observa un excesivo grado de consenso, se puede estar frente a una situación de riesgo que hay que abordar con prudencia, aunque no significa una señal automática de venta del activo en cuestión.
De esta manera, las acciones de empresas europeas han dejado de ser objeto de rechazo por parte de inversionistas, preocupados por los altos riesgos asociados a la incertidumbre de procesos políticos o a la debilidad del crecimiento económico. Estas fuentes de preocupación han disminuido de manera significativa, ya sea por resultados electorales más favorables o a un creciente número de cifras de actividad que han superado las expectativas.
Una situación similar ocurre con mercados emergentes, donde expectativas de mayor crecimiento global y un escenario de precios más estable para las materias primas ha llevado a muchos inversores a reconsiderar tanto acciones como bonos como oportunidades atractivas, particularmente al compararlas con alternativas en mercados desarrollados como EE.UU.