Una semana y nada: ¿tendrá efecto en el mercado la rebaja en la clasificación de riesgo de Chile?
¿Son los mínimos movimientos de esta semana el fin de la historia?
SE VIERON las nubes negras pero no cayó la lluvia. A una semana de que S&P Global Ratings rebajara la clasificación de riesgo del país, las tasas de interés y los CDS no han tenido cambios significativos y no se ha registrado ninguna salida de flujos desde el ETF MSCI nacional.
Chile se desmarcó luego de la rebaja de clasificación de la tendencia de caída en credit default swaps, pero el cambio fue mínimo: el día anterior a la noticia, los CDS del país a cinco años se ubicaban en el nivel de los 65,046 puntos base; al día siguiente marcaron un leve avance, pero después volvieron a retroceder, cerrando ayer en 65,434.
Los bonos de las principales compañías estatales – más expuestas a la degradación del perfil financiero del soberano– tampoco se vieron afectados.
Los títulos de deuda de Codelco a 2025 subieron de precio en 0,42% desde la víspera de la rebaja, alcanzando los US$106,9, mientras que la tasa cayó en 6 puntos base hasta el 3,5% y el spread se comprimió en 0,49 pb.
En el caso de los papeles a 2026 de Banco Estado, el precio creció en un 0,14% (a US$99,4) y la tasa retrocedió en 1,7 pb (a 2,73%), mientras que los bonos de ENAP a 2026 vieron su precio subir un 0,2% (a US$99,7) y su tasa bajar en 2,6 pb (a 3,79%).
Ni el peso chileno ni la bolsa nacional sufrieron el impacto tampoco: en poco más de una semana, la cotización del dólar ha caído un 1,72% hasta los $651,76 en el mercado local, en línea con el comportamiento de otras monedas de la región; y el IPSA alcanzó logró superar después de la noticia la línea de los 5.000 puntos, ubicándose durante esta semana en su máximo histórico.
Sólo la deuda soberana ha visto un impacto más significativo. La tasa del BCP a 10 años cerró ayer en el nivel del 4,29%, registrando un aumento de 14 pb desde que se supo de la reducción de clasificación.
Con estos resultados, esta semana Chile se desacopló del resto de la región, donde se registraron bajas en los CDS a cinco años y bajas en las tasas de interés de sus bonos soberanos a diez años.
El efecto en la tasa larga nacional no necesariamente se dio por la acción de S&P. Ese mismo día, el Banco Central de Chile decidió mantener el sesgo de la TPM de corto plazo en “neutral”, El ETF de Chile no ha visto salidas ni entradas de flujo, a diferencia de otros países de la región. en vez de “expansivo”.
Para Antonio Moncado, economista de BCI Estudios, hay “impactos difusos” detrás del aumento de las tasas largas en el país y no es atribuible completamente a una noticia, aunque tiene un tesis: “Desde mi punto de vista, más asociado a lo que tiene que ver con la decisión del BC más que a impactos directos del downgrade de deuda S&P”.
En el caso de los CDS, el economista destacó que se siguen manteniendo en mínimos históricos gracias a una tendencia a la baja en los países latinoamericanos en el último trimestre, a raíz de un enfriamiento de la amenaza proteccionista de Donald Trump en EEUU y una mejora en las perspectivas en torno a la crisis brasileña.
Además está el factor internalización. Aunque Moncado señala que no había una internalización de la rebaja en los precios de los activos financieros “mayoritariamente”, otros agentes del mercado concuerdan con que ese es el caso. Para Eduardo Santana, portfolio manager de Nevasa, Ignacio Barreram gerente de inversiones de la corredora VanTrust, y Sebastián Vives, gerente de inversiones local de MCC, esta es la explicación de que no haya habido mayores sobresaltos en el mercado nacional.
Aunque no haya habido un acceso de volatilidad en el mercado nacional, eso no significa que no vaya a haber un encarecimiento de los costos de financiamiento internacional para el Gobierno o las compañías chilenas.
Para Santana, no debería haber un ajuste mayor, dado que el perfil crediticio del país sigue en el segmento “investment grade”, y la clasificación de “A+” sigue “varios escalones” arriba de la línea en la que pasaría a ser “high yield”.
Por el contrario, Moncado augura que el efecto se hará visible en las próximas colocaciones en los mercados externos y que el mercado probablemente castigará estas nuevas instancias de deuda a raíz de la degradación crediticia. “Ese es un fenómeno que probablemente no va a ser inmediato, sino que se va a ir viendo dentro de un horizonte de corto plazo, de tres a seis meses”, explicó el economista de BCI.
Además, están las otras clasificadoras que tienen a Chile en creditwatch negativo: Moodys y Fitch.
Si esto ocurre, explicó Barrera, no habría un mayor impacto. Sin embargo, una mayor degradación de la clasificación sí tendría un impacto en el mercado local, dijo.