¿Baja de rating sin efectos?
Las variables financieras no han reflejado impactos significativos desde la disminución de la clasificación, pero eso no quiere decir que no haya implicancias.
LA BAJA en la clasificación de riesgo de Chile decretada por la agencia internacional S&P por la persistente debilidad de la economía y acelerado ritmo de expansión de la deuda pública ha marcado la agenda noticiosa, pero también la de diversos sectores políticos. Por ejemplo, un grupo de partidarios del candidato a la Presidencia Alejandro Guillier le solicitó que su programa fuese responsable económicamente. La acción tomada por la clasificadora tuvo la virtud de ser una campanada de alerta, un llamado de atención respecto de que la responsabilidad no es algo que se debe considerar como dado. Respecto de los impactos a nivel de mercado, una de las consecuencias que se han advertido es el impacto, por ejemplo, en un mayor costo de financiamiento para el Estado y las empresas chilenas que emiten deuda en el exterior. Sin embargo, transcurridos varios días, los efectos han sido prácticamente nulos, dicen varios economistas. Esto, dado que las tasas de interés y los seguros ante impagos no han registrado cambios significativos, mientras que a nivel de flujos, no se han visto salidas de inversiones en el ETF MSCI Chile en el período posterior. Incluso Hacienda emitió deuda la semana pasada a una tasa similar a la que estaban transando los papeles en el mercado secundario. Todo lo anterior es cierto, pero ello no implica que el país sea inmune a la reducción de rating, sino que el mercado ya lo había internalizado hace bastante tiempo. De todos modos, esa asimilación de condiciones financieras más estrechas para el fisco ya se había anticipado, traduciéndose en un ajuste acotado en el tiempo. En todo caso, el golpe mayor no necesariamente se observa en el corto plazo, pues puede tardar años en transparentarse el verdadero impacto.