—“En el caso de Chile, la tarea número uno es crecer. Todo lo demás es música”, dijo Ricardo Lagos.
El presidente de Moneda señaló que es necesario acotar la incertidumbre sobre las políticas económicas y recuperar la confianza en y del sector privado.
—Optimista, a pesar de los datos locales, se mostró ayer el presidente de Moneda, Pablo Echeverría, al inaugurar el seminario anual de la firma de inversiones: “Política y sociedad, vientos de cambio”. En su exposición, el ejecutivo señaló que “está claro que a nuestra economía le ha ido mal en los últimos años”, y que el mercado está a la espera de un gobierno que emprenda reformas pro-crecimiento.
Según Echeverría, el crecimiento se ha desacelerado desde un 4,7% anual en promedio entre 2003 y 2013, a un 1,8% anual entre 2014 y 2017; la inversión, que se expandió a una tasa de 9,6% anual entre 2003 y 2013, se contrajo casi 2% anual entre 2014 y 2017, y la productividad laboral en la industria chilena del cobre cayó 50% entre 2000 y 2015.
“Dejemos de lado la estéril discusión de si lo que pasó se debe sólo a factores internos o sólo a factores externos. Es obvio que el crecimiento hubiese sido mayor si no se hubiese acabado el boom de inversión minera. Es obvio que el crecimiento hubiese sido mayor sin los desincentivos e incertidumbre causados por las reformas de los últimos años”, dijo el ejecutivo.
“Anticipo que los resultados de las próximas elecciones acotarán la incertidumbre de políticas económicas, permitientria do una recuperación de la confianza y la actividad económica”, enfatizó Echeverría.
Y si bien se mostró optimista respecto al futuro, considerando el mejor escenario internacional, también dijo que el crecimiento debe ser prioritario, algo para lo que se requieren dos condiciones: “Acotar la incertidumbre respecto a las políticas económicas y recuperar la confianza en y del sector privado”, puntualizó.
Junto con ello, comentó que es necesario mejorar la calidad y la coordinación de las instituciones del Estado: “Algo anda mal cuando la ‘permisología’, por decirlo de alguna manera, se vuelve una indus- floreciente del país. Si parece que las autoridades públicas experimentaran una suerte de placer cuando piden nuevos permisos o someten a revisión resoluciones de otros organismos o fijan nuevas regulaciones”.
Asimismo expresó frente a la discusión de pensiones que: “Nuestro sistema previsional está rankeado entre los mejores del mundo. Lo debemos cuidar y perfeccionar, no erosionar y deslegitimar”. Agregó que la propuesta del Gobierno, que busca crear una entidad que administre los 5 puntos porcentuales de cotización adicional, será un monopolio que forzará “a los chilenos y chilenas a poner sus ahorros adicionales en ella, coartando así el principio básico de una sociedad moderna: la libertad de elegir”.
“El 2% destinado a reparto será un impuesto directo a la clase media de nuestro país, constituida actualmente por alrededor de 3 millones de hogares cuyos ingresos se sitúan entre $500 mil y $2 millones mensuales. Ellos pagarán los costos de esta reforma absolutamente regresiva”, enfatizó.