Pulso

“El Brexit se transformó en un ejemplo negativo”

La votación a favor del Brexit, con la posibilida­d de un hard brexit por delante, también tuvo un sabor a proteccion­ismo. ¿El libre comercio también es un debate en Europa?

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—Hay un debate, pero es mucho menor que en EEUU. El Brexit no fue un asunto de proteccion­ismo, los británicos no quieren retroceder en sus vínculos con el mundo. Es más bien anti inmigració­n, no es en contra del intercambi­o de bienes, servicios o capitales.

Lo que el Brexit va a mostrar es que habrá costos significat­ivos de esta desintegra­ción. Aún no estamos ahí, pero si ocurre un hard Brexit la relación comercial entre el Reino Unido y Europa se verá dañada y esto tendrá costos de empleos en ambos lados, pero más en el británico porque el 15% de su economía depende de sus lazos con UE. Si cuesta 100 empleos en UK, costará 15 en el resto de Europa.

¿Cómo ve el futuro de la Unión Europea sin el Reino Unido?

—Desde mi punto de vista es un acontecimi­ento muy negativo para la UE, porque daña la integració­n europea. La UE perderá el 15% de su peso económico y 15% de su peso diplomátic­o. Pero puedes perder peso y eso no es necesariam­ente negativo si ganas músculos.

Cuando miras el impacto del Brexit en la opinión pública europea ves que ha aumentado el apoyo a la UE en el continente desde el remucho ferendum del año pasado. El Brexit se transformó en un ejemplo negativo.

¿Mantiene esperanzas en el Acuerdo Transatlán­tico con EEUU?

—No mucho, por razones políticas. EEUU no quiere impulsar esto por el momento. Para mí todavía tiene sentido, notoriamen­te en asuntos que tienen que ver con estándares regulatori­os. Es algo que se va a tener que abordar, si no es ahora será más adelante.

En los diálogos del Nafta, ¿qué pesará más, las negociacio­nes o las promesas de Trump a sus votantes?

—No tengo una bola de cristal, pero al final del día creo que prevalecer­á el buen sentido. El Nafta tiene 25 años, por lo tanto hay ajustes que son necesarios. Canadá y México no aceptarán cambios que dañen su economía y, de hecho, no creo que el congreso de EEUU acepte algo que dañe su propia economía. Hay una paradoja, porque EEUU se retiró del TPP y ahora le pide a Canadá y México aceptar sus peticiones que eran parte de ese acuerdo.

También está la negociació­n del TLC con Corea del Sur, que dado lo que ocurre en Corea del Norte vemos nuevamente una paradoja, con EEUU debilitand­o la relación económica y comercial. Hay una inconsiste­ncia entre los estándares comerciale­s y diplomátic­os, algo que hoy en día no puede ir separado.P

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