El rol de los privados en el financiamiento del cine chileno
Con opciones de inversiones limitadas, el mundo del cine nacional ha tenido que ingeniárselas para generar nuevos proyectos. Hoy los particulares están más abiertos a involucrarse en el sector, sin embargo aún queda mucho rodaje por delante.
AFINES de los ‘70, sólo bastó que Francis Ford Coppola entrara al Chase Manhattan Bank, firmara un par de papeles y se fuera con un cheque que le permitía financiar su película “Apocalypse Now” que, posteriormente, se convertiría en ganadora de dos Oscar. Se trataba de la segunda vez en el año, en que el cineasta recurría a la institución bancaria para uno de sus proyectos. Sin embargo, el resultado fue positivo para el realizador. Décadas más tarde, financiar proyectos artísticos no resulta tan sencillo, convirtiéndose en un verdadero desafío para aquellos que deciden apostar por el séptimo arte. En nuestro país, la situación no es muy diferente. Con opciones de financiamiento limitado, el mundo del cine ha tenido que ingeniárselas para generar nuevos proyectos.
“Pacto de Fuga” de David Albala empezará su grabación en noviembre y el 90% de la producción será financiado por Grey Capital, convirtiéndose en pionera a la hora de que un fondo privado se interese en invertir en un proyecto cinematográfico a ese nivel. Sin embargo, en Estados Unidos, existe este modelo desde hace décadas y hay fondos específicos para ello. “Los clientes constantemente están preguntando por inversiones ligadas a áreas novedosas. Cuando llegó este proyecto lo analizamos en profundidad, se les propuso y la respuesta fue positiva”, dice Javier Valdés, director ejecutivo de Grey Capital, administradora de patrimonio con foco en la protección de éste. Él señala que con un elenco internacional y nombres reconocidos como Benjamín Vicuña y Mario Horton, se generó una mayor confianza. “Su distribución está pensada para Latinoamérica. Pero a pesar de que el cine puede gustarle a la gente, nosotros optamos por invertir porque se trata de un proyecto que, efectivamente, está pensado para generar rentabilidad”. Añade que hay dos maneras en que se puede generar un retorno de inversión. “Por un lado tenemos la taquilla, junto con impulsar su exhibición en plataformas como Netflix o aerolíneas, que toma cerca de un año y medio después del estreno. La segunda opción es vender la película a una distribuidora al momento de terminar el rodaje que sería, francamente, maravilloso para mis clientes”, enfatiza Valdés.
Para el desarrollo de la etapa de guión contaron con el apoyo de Corfo y un Fondo Audiovisual (CNCA), pero al tener un alto presupuesto de producción se hizo necesario buscar más recursos. El costo total de esta producción es de US$2,5 millones.
El filme está basado en la noche del 29 de enero de 1990, cuando medio centenar de presos se fugó de la cárcel de Santiago por un túnel que 24 militantes del FPMR excavaron durante 18 meses con herramientas tan rudimentarias como cucharas, tenedores y un destornillador. Ni los presos comunes de las celdas cercanas ni los gendarmes que los vigilaban descubrieron el plan que llevaría a 49 reclusos a alcanzar la libertad en uno de los escapes más sorprendentes de la historia penal chilena.
Entre los protagonistas de la cinta, se encuentra Benjamín Vicuña que interpretará a León Vargas, el ingeniero que está a cargo de la parte técnica de la operación. En tanto, Mario Horton encarnará a Germán Sánchez, brazo derecho del líder de la operación, Rafael Jiménez (interpretado por Roberto Farías).
Entre cintas y caballos
La semana pasada se estrenó en Chile Artax, protagonizada por Gonzalo Valenzuela y Celeste Cid. El filme se exhibirá en Argentina, Perú, Colombia, México y España, entre otros. Hoy, se encuentra en conversaciones para entrar en los próximos meses a mercados como Turquía, Malasia, Tailandia y Brunei. Dirigida por el español Diego Corsini, el filme cuenta la historia de Mariana –Celeste Cid– , quien por amor llega a Chile, donde tendrá que enfrentar la muerte de su marido, interpretado por Tiago Correa. Luego de ello, Mariana tendrá que hacerse cargo de millonarias deudas y aprender de un mundo totalmente desconocido para ella: el de las carreras de caballos. También deberá aprender a ayudar a su hijo con síndrome de Asperger a comunicarse con el mundo a través de los caballos. En medio de este caos, la protagonista decide entrenar a Artax, el caballo más indómito del grupo para que corra y conoce a Leonardo –papel interpretado por Gonzalo Valenzuela– un entrenador alcohólico.
Elizabeth Kassis, coproductora ejecutiva de la cinta señala que el financiamiento al séptimo arte en Chile es complejo, que se trata de una industria que está en pañales, pero que a la vez hay un potencial de crecimiento. “Nosotros no optamos a ningún fondo. Una vez que teníamos claro cómo queríamos desarrollar esta cinta, golpeamos la puerta de muchos empresarios. A pesar de que a algunos no les parecía mucho la idea, hubo otros que decidieron hacerse parte y conseguimos sacar adelante Artax”. Además, cuenta que para cautivar al mundo privado tuvieron que desarrollar una propuesta con potencial de exportación “porque la taquilla chilena no da para generar el retorno suficiente. Por ello, en la cinta se usa un español muy bien hablado, donde aspectos típicos como los garabatos están ausentes”. Para llevar a cabo esta producción que filmó durante 42 días con un staff de 80 personas, la inversión fue de US$800.000.
A 128 años desde que Thomas Alva Edison desarrollara el Quinetoscopio –artículo clave para el desarrollo del séptimo arte–, la industria cinematográfica ha impulsado verdaderos cambios culturales a nivel mundial, donde frases como “que la fuerza te acompañe” (Han Solo en La Guerra de las Galaxias); “¡Puede que nos quiten la vida, pero jamás nos quitarán la libertad!” (William Wallace en Corazón Valiente) o “Corre Forrest Corre” (Jenny Curran en Forrest Gump) han marcado generaciones. P
El costo total de “Pacto de fuga” es de US$2,5 millones y fue en 90% financiada por Grey Capital.
Artax implicó una inversión de US$800.000 levantados de capitales privados.